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La derrota frente al Barcelona en la semifinal de la Supercopa, con un Athletic apagado y con importantes bajas en su alineación titular, ha abierto un paréntesis competitivo hasta el día 16, fecha del compromiso de Copa en San Mamés ante Osasuna, que debe servir ... a los rojiblancos para descansar, recuperar efectivos y focalizar objetivos.
Es un descanso forzado que en realidad nadie en la familia rojiblanca quería porque llega después de perder una oportunidad para luchar por el primer título de 2025. Pero después de sacudirse la decepción inicial, lo cierto es que esta 'ventana' de siete días permite mirar de otra manera un calendario durísimo para una plantilla que necesitaba un respiro. Después del parón, el equipo de Ernesto Valverde disputará nada menos que cuatro partidos en once días: el del torneo del k.o. ante la escuadra rojilla, dos de Liga contra el Celta, a domicilio, y el Leganés, en San Mamés, y otro europeo frente al Besiktas en Estambul.
Después de lo visto en este inicio de año ha quedado claro que al Athletic no le sentó nada bien la Navidad. Llegó a las vacaciones lanzado, con una racha espectacular de catorce encuentros sin conocer la derrota que le auparon a la cuarta plaza en la competición doméstica –hasta el punto de discutir la hegemonía de los clubes más poderosos– y al liderato en la Europa League, que comparte con la Lazio.
Quizás la adrenalina por la falta de tiempo entre unos partidos y otros había alcanzado su punto álgido y se profujo un bajón colectivo cuando esa exigencia desapareció y no se atisbaban compromisos en el horizonte más cercano. La visita a Las Gaunas para el enfrentamiento copero ante la UD Logroñés, de Segunda Federación, colocó al actual campeón en la antesala del infierno, con una innecesaria tanda de penaltis. Sólo cuatro días después el Athletic cayó ante el Barça en Yeda.
Sin embargo, lo sucedido este enero es una excepción. En líneas generales al cuadro rojiblanco las 'ventanas' le sientan de maravilla y hay que aprovechar también la actual para hacer de la necesidad virtud. Hay un dato revelador en este sentido. Entre 2015 y mediados de septiembre de 2023 hubo 27 parones durante la competición regular por vacaciones o por compromisos de la selección. Pues bien, en todos esos casos el regreso a los terrenos de juego se saldó con victorias (15) o empates (12).
Para buscar el primer 'accidente' en escenarios similares hay que acudir a octubre de ese mismo año, cuando el Athletic perdió a la vuelta de una de las interrupciones transitorias del calendario. Como ha ocurrido esta vez en Arabia Saudí, fue curiosamente el Barcelona el que le superó. Fue por la mínima y en el Olímpico. En esta ocasión el contrincante será Osasuna y en San Mamés, un auténtico fortín.
Además del navideño, en esta campaña se han producido tres paréntesis ligueros por los partidos de La Roja. El resumen es muy claro: el inicial vino bien a los rojiblancos, el intermedio regular y el último antecedió a una racha espectacular. El primer parón del curso fue muy tempranero, después de la cuarta jornada, y llegó tras sucumbir en La Catedral por la mínima ante el Atlético en un choque que no mereció perder. El regreso se saldó con dos victorias a domicilio (Las Palmas y Leganés), un triunfo y un empate en San Mamés (Celta y Sevilla, respectivamente) y una dolorosa derrota en Girona en el ya conocido como el partido de los penaltis. Los de Valverde fallaron nada menos que tres y los catalanes certificaron el triunfo en el descuento con un gol desde los once metros. Ver para creer. Con este mal sabor de boca se fueron a una nueva 'ventana' por los compromisos de selecciones.
Una racha magnífica
A la vuelta el Athletic pasó por encima del Espanyol en La Catedral (4-1), pero luego encadenó tres empates, contra el Mallorca como foráneo y contra Betis y Valladolid como local. Malas sensaciones antes del tercer parón que se desvanecieron de un plumazo con una racha increíble. La escuadra bilbaína ganó a la Real (1-0), al Rayo Vallecano (1-2), al Real Madrid (2-1), al Villarreal (2-0) y a Osasuna (1-2) en el que fue el último encuentro de 2024. Una jornada antes de viajar a Pamplona jugó en Mendizorroza, donde cosechó una igualada (1-1).
La recaudación, 16 de 18 puntos posibles, fue extraordinaria. Tanto, que los rojiblancos terminaron el año con 36 puntos en la cuarta posición de la Liga a dos del Barça (tercero), a cinco del Atlético (segundo) y a siete del Madrid (líder). Fue además una magnífica defensa del último puesto que da a acceso a la Champions. Villarreal y Mallorca, los eventuales contrincantes para arrebatárselo, miran ahora al Athletic a seis puntos.
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