Era el día del gran examen de Marcelino a su plantilla. El choque iba a resolver si, como les exige el entrenador, es capaz de ... competir un día, el siguiente y el siguiente. Era un gran desafío y además el entrenador había insistido tanto en él que los 30.000 espectadores de San Mamés llegaron dispuestos a chequear el gen competitivo de los suyos. ¿Habrá conseguido el entrenador el paso adelante por el que tanto suspira o volverían a las andadas?
La prueba dejó encantado a Marcelino. Ganar al Espanyol da al equipo una vitola de consistencia que tanto se ha echado de menos. Y eso que el partido arrancó de la peor pinta posible. El 0-1 hizo temer a muchos el descalabro habitual. Nada de eso, feliz y rápida remontada que lavó el pecado de ceder un tempranero 0-1.
Hay que valorar lo que hizo anoche el Athletic. Los cuatro semifinalistas de Copa han hecho esta jornada lo mismo que Marcelino, meter sangre nueva en sus alineaciones de esta jornada. Pues bien, entre todos ellos sólo los rojiblancos han ganado. El Betis cayó en su campo, el Rayo en Vigo y el Valencia se quedó con un empate en Mestalla ante la Real. Marcelino colocó ante sus jugadores un plan de ruta. La mejor manera de tener opciones en la Copa es competir un día sí y otro también. Han interiorizado el mensaje. El triunfo ante el Espanyol tiene otro valor añadido. Lanza al Athletic hacia arriba y le ahorra quedarse en esa insípida tierra de nadie tan tentadora para que los jugadores caigan en la molicie.
En la segunda parte el Athletic sufrió, pero mantuvo el tipo. Marcelino acabó el partido con Vesga y Petxarroman de medios centros. Decisiones como estas provocan juicios sumarísimos en las redes sociales si la cosa acaba mal. Pero el entrenador rojiblanco y su equipo han cogido la ola buena, la que le permite competir día tras día sin importar en qué competición estén.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión