Un trampolín llamado San Mamés
El despegue del Athletic en estos dos últimos años y sus grandes esperanzas de futuro no se entienden sin tener en cuenta que su campo es un fortín
A falta de un fútbol lustroso, con el equipo de Valverde todavía en fase de acople y puesta a punto, la mejor sensación que dejó ... el partido contra el Sevilla fue la respuesta de San Mamés. El domingo se volvió a constatar que la mayor fortaleza de este Athletic sea la granítica comunión que ha establecido en su campo con su hinchada. Casi 50.000 aficionados asistieron al partido en un ambiente festivo que, con toda seguridad, se repetirá a lo largo de la temporada. Aunque no lo sea, ya parece algo normal, perfectamente lógico, que en la Catedral se vivan una y otra vez esos ambientes británicos, con el estadio casi lleno y el público entregado, que antes sólo se vivían en los choques de postín.
La influencia del factor San Mamés -llamémosle así- merece un análisis detenido. Hacerlo resulta muy esclarecedor. Basta con detenerse a repasar las cifras del Athletic de Valverde en estas tres últimas temporadas para certificar que su gran progresión a partir de la segunda se explica teniendo en cuenta el espectacular despegue de sus números como local. O dicho de otro modo: constatando su capacidad para convertir su campo en uno de los fortines más inexpugnables de la Liga.
El proceso ha sido realmente curioso. Y es que hay que recordar que la temporada 2022-23, la primera de Valverde en esta su tercera etapa en el club, fue una de las peores del Athletic en San Mamés en toda su historia: ocho victorias, tres empates y ocho derrotas. Es decir, una pobre cosecha de 27 puntos; sólo tres más de los que sumó como visitante. Lejos de ser una plaza complicada de conquistar, la Catedral fue una bicoca en la que acabó ganando hasta el ya descendido Elche en la jornada 37, dejando arruinadas las posibilidades de los rojiblancos de colarse en la Conference.
La segunda campaña de Valverde comenzó con una nueva derrota en San Mamés, en este caso ante el Real Madrid, que se dio un paseo y ganó 0-2 sin quitarse la gorra. La hinchada rojiblanca comenzaba a sufrir y a preocuparse por las dificultades de su equipo para sacar una renta no ya buena sino razonable a sus partidos en casa. En el fútbol, sin embargo, se producen a veces fenómenos extraños, cambios inesperados, repentinos y drásticos cuya causa no es posible descifrar. A veces son cambios buenos y otras, malos. El del Athletic fue magnífico. Tras la derrota contra el Madrid en el estreno liguero, no volvió a perder en San Mamés, donde sumó doce victorias y seis derrotas.
Las cifras
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27 puntos sumó Valverde con el Athletic en la temporada 2022-23.
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42 puntos fue el gran registro de la temporada 2023-24, 15 más que el curso anterior.
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39 puntos sumó el equipo en casa el pasado año, siendo el cuarto mejor de la Liga como local.
¿Qué es lo que ocurrió? No hay una respuesta clara. Ahora bien, sí se podría decir que, a raíz de que en la tercera jornada el equipo remontara el 0-2 que el Betis había puesto en el marcador en apenas diez minutos desatando el runrún desaprobatorio en las gradas, todo empezó a cambiar. Al principio, de una forma tímida. El Athletic goleó (3-0) al Cádiz y al Almería, dos equipos que acabarían descendiendo, pero se dejó dos empates con el Getafe y el Valencia. Fue en la jornada 13 cuando se produjo el punto de inflexión. Tras una victoria agónica ante el Celta en un partido loco, germinó en La Catedral un espíritu rebelde y bucanero que se contagió a toda la hinchada. Y que todavía continúa.
Un gran registro
El Athletic acabó sumando 42 puntos como local con 12 victorias, 6 empates y una derrota. A ello habría que sumar otras tres victorias en la Copa ante el Alavés, el Barcelona y el Atlético. Sólo los cuatro equipos que le superaron en la tabla -Real Madrid, Barcelona, Girona y Atlético- mejoraron sus cifras como local. Así las cosas, la pasada temporada, ya desde su mismo arranque, se convirtió en una prioridad mantener esos números, de forma que San Mamés siguiera siendo un estupendo granero de puntos y también en un fortín en Europa. Y los pupilos de Valverde, que llegaron a estar un año natural entero sin perder en casa, desde el 12 de agosto de 2023 al 31 de agosto de 2024, lo volvieron a conseguir. Fueron el cuarto mejor local de la Liga con 39 puntos, de nuevo superados sólo por los equipos que le aventajaron en la clasificación, y en la Europa League brillaron como nunca encadenando seis victorias consecutivas hasta la desgraciada derrota contra el Manchester United en la semifinal.
A estas alturas, ya nadie duda de que gran parte de las posibilidades del Athletic de volver a firmar una gran temporada, y desde luego de dar «ese pasito más allá» del que habló Valverde, pasan porque San Mamés siga siendo uno de esos campos a los que los rivales llegan como si fueran al dentista. O al menos a disgusto, extremando las precauciones. Vamos, sin ganas de tocar las castañuelas. Seguir fortificando la Catedral es una prioridad. Nada descentra y genera desconfianza en este equipo como sentirse vulnerable delante de su público. Y al contrario: nada le tranquiliza y anima como sentirse fuerte delante de su parroquia. No hace falta decir que haber comenzado ganando al Sevilla es un buen síntoma y que, de repetir victoria el lunes ante el inquietante Rayo de Iñigo Pérez, sería obligado ser optimistas.
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