La temporada de la confirmación del Athletic
El Athletic se presenta mañana con el objetivo de mantener el nivel competitivo de la campaña anterior y superar el desgaste de Europa
Con la excepción de los tres internacionales, que prosiguen su aventura en la Eurocopa, el Athletic vuelve mañana al trabajo tras más de un mes ... de bien ganadas vacaciones. Este año no ha habido ocasión para puyas sobre chiringuitos en Ibiza. Las críticas y los sarcasmos de campañas anteriores no tenían ahora sentido porque al aficionado rojiblanco, feliz con sus jugadores, le traía sin cuidado cómo se relajaban y divertían durante el verano. Como si hacían 'puenting' fumándose un puro, vaya. Será a partir de mañana, una vez que el equipo vuelve al tajo, cuando el hincha plantee de nuevo su exigencia. Y la de esta temporada no puede estar más clara: confirmar el gran nivel competitivo mostrado en el ejercicio 2023-24, que ya podemos considerar histórico con la clasificación para Europa y, sobre todo, con el título de Copa cuarenta años después.
Por estas fechas se suele hablar de objetivos concretos. Hace dos años, por ejemplo, el Athletic quiso ser tan explícito en su ambición que se produjo aquella comparecencia conjunta del presidente, el entrenador y el capitán que tanto dio que hablar y que de nada sirvió. Hace un año, en cambio, se cambio de estrategia y todo salió mucho mejor. De ahí que haya que dar por descontado que tampoco esta temporada se hará un pronunciamiento oficial. En el fondo, no es necesario. Es evidente que la ilusión del Athletic es repetir clasificación europea y llegar lo más alto posible tanto en la Copa como en la Europa League, cuya final se disputará en San Mamés. Y esta ilusión sólo puede cumplirla manteniendo su nivel competitivo.
No va a ser fácil, desde luego. Por dos razones que están a la vista de todo. La primera es que el equipo de Valverde se ha puesto el listón muy alto. Sus cifras en la pasada Liga fueron magníficas. Hablamos ser una quinta posición con 68 puntos -8 más que el sexto-, de 61 goles a favor (el sexto mejor dato del campeonato) y de sólo 37 contra, número que sólo mejora el Real Madrid con 26. Y hablamos de un equipo que se curó milagrosamente de su peligrosa endeblez como local hasta convertirse en una roca delante de su público. El dato no puede ser más contundente. El 12 de agosto de 2023, el Athletic perdió contra el Madrid en su estreno liguero. Pues bien, desde entonces no conoce la derrota y acumula 15 victorias (tres de ellas en Copa) y 6 empates.
La segunda razón es una consecuencia feliz del éxito. El Athletic vuelve a Europa seis años después y esto lo cambia todo en lo que se refiere a la exigencia que va a soportar el equipo y, por supuesto, a la gestión de la plantilla por parte de Valverde. Desde finales de septiembre hasta finales de enero los rojiblancos disputarán ocho partidos muy duros en la nueva liguilla de la Europa League. A esto hay que añadirles el arranque de la Copa y la disputa de Supercopa en Arabia Saudí a principios de enero. El Athletic, en fin, va a tener que acostumbrarse al desgaste físico y mental de jugar dos partidos por semana. Digamos que va a tener que minimizar los daños. Porque sería un milagro que no los hubiera en la Liga -en el sentido de acercarse a una cifra parecida a los 68 puntos- si el equipo llega lejos en Europa o en la Copa.
Cuestiones
Novedades
Djaló y Gorosabel, los dos fichajes
El delantero del Braga y el lateral del Alavés pueden ser dos piezas muy útiles para el entrenador en una temporada mucho más cargada de partidos.
Ascensos
Los cedidos y las promesas del filial
Vencedor, Martón, Artola y Serrano no se quedarán. Padilla, Gastesi, Rincón, Boiro y Olabarrieta dependen de la decisión de Valverde, que sí cuenta con Egiluz y Jauregizar.
Renovación
Berenguer, a la espera de presentarse
El club ya ha dado por hecho la renovación del navarro para las tres próximas temporadas, pero el jugador no ha dicho nada. Si no se presenta hoy, el lunes lo haría sin contrato.
Renovaciones
El reto es mayúsculo para una plantilla que va a mantener su estabilidad habitual. Es cierto que pierde a tres jugadores de largo recorrido como Muniain, Raúl García y Dani García, pero el vacío que dejan es más de liderazgo en el vestuario que deportivo, ya que han jugado muy poco. Las únicas incorporaciones son Gorosabel y Djaló, un buen recurso para Valverde en ataque. Lo del cuarto central, por lo visto, hay que ir olvidándolo. Lo cierto es que el club ha estado mucho más ocupado en las renovaciones -la última ha sido la de Berenguer, que se ha estirado tanto que, salvo que lo haga hoy, va a acabar presentándose el mismo lunes- que en los fichajes, lo cual tiene su lógica teniendo en cuenta que fichajes deseables y posibles hay muy pocos y renovaciones importantes, en cambio, había unas cuantas.
De manera que el grupo de fieles de Valverde que arrancará la competición contra el Getafe el próximo 15 de agosto será prácticamente el mismo que el de la temporada anterior. Es cierto que mañana en Lezama se verán algunas caras nuevas. Aunque Djaló será la gran atracción, seguido de Gorosabel, el foco también estará puesto en los chavales del Bilbao Athletic que harán la pretemporada (los porteros Padilla y Gastesi, los defensas Egiluz, Rincón y Boiro y los centrocampistas Olabarrieta y Jauregizar, aunque éste ya puede considerarse del primer equipo), y en los cedidos que regresan : Vencedor, Martón, Nico Serrano y Artola. Ahora bien, de todos los citados sólo Egiluz parece destinado a ser el cuarto central y Olabarrieta, que ya ha debutado, puede que fluctúe entre el filial y el primer equipo. También Boiro podría tener alguna opción si convence a Valverde. Los demás tienen todos los boletos para ser cedidos o incluso para dejar el club, caso de Artola. En este escenario, los jugadores que tan alto nivel dieron la pasado temporada están obligados a mantenerlo o incluso a crecer. Será la campaña de las rotaciones y Valverde va a necesitar al menos de veinte jugadores de su total confianza.
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