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Lo que venía siendo una sospecha se ha convertido ya en una evidencia. Nos referimos al descenso de calidad en la Liga, donde una mayoría de equipos está empeorando sus registros de la temporada anterior y el fondo de la tabla se ha convertido es ... una sima más profunda. Un dato definitivo sobre esta última cuestión: equipos como el Celta y el Sevilla, que sólo suman 17 puntos tras 22 jornadas, no están en puestos de descenso cuando en 2023 el Cádiz era decimoctavo con 22. El abaratamiento, por decirlo así, parece claro, aunque es cierto que el campeonato sólo acaba de pasar su ecuador y todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas. Quién sabe si de aquí a mayo la evolución es otra.
Ahora bien, lo que está ocurriendo es lo suficientemente llamativo como para analizarlo en detalle. De los 17 clubes sobre los que se puede hacer la comparación -los que estuvieron en Primera la pasada temporada y continúan ahora- un total de 11, es decir, dos tercios, llevan peor puntuación y sólo 6 la han mejorado. Las plantillas han perdido calidad. La Liga ha bajado su nivel y este descenso está afectando a muchos clubes, no sólo a los más modestos. Ahí están los casos del Betis, el Sevilla o el Villarreal, tres equipos con vitola europea, habituales de la zona noble de la clasificación, cuyas plantillas han perdido calidad de una forma ostensible.
De esta situación se han beneficiado, aparte de dos recién ascendidos que están rindiendo muy bien como la Unión Deportiva Las Palmas, toda una revelación, o el Alavés, que lleva tres victorias consecutivas, los equipos que han conseguido mantenerse muy estables y beneficiarse de la evolución positiva que les han aportado sus técnicos. El caso del Girona no es que sea paradigmático porque no hay otros ejemplos -y si los hay están muy escondidos- de un despegue tan increíble. La tropa de Michel, cuyos límites no son fáciles de calcular, llevaba 27 puntos en la jornada 22 de la pasada campaña. Ahora es líder con 55, más del doble. Su impacto en la Liga ha sido extraordinario y ha encarecido las plazas de Champions. Y es que, a estas alturas, todavía se puede discutir sobre si los catalanes van a pelear por la Liga, pero que van a terminar entre los cuatro primeros puede darse por descontado.
Los otros dos equipos cuya mejora ha sido más patente son el Valencia, que suma 12 puntos más (32 frente a 20), y el Athletic, con 10 más (42 frente 32). Salvando las distancias, hay similitudes importantes en la progresión de estos dos históricos. Ambos se han aprovechado de un trabajo más fino de sus entrenadores, Baraja y Valverde, en sus segunda temporada. Y ambos han sabido sacar partidos a su respectivas canteras. Es cierto que en el caso del Valencia se trata de un ejemplo de cómo hacer de la necesidad virtud -Peter Slim no gasta en fichajes ni a tiros- y en el del Athletic de una apuesta natural, pero la realidad es que los dos equipos están sacando mucho jugo a su chavalería.
Algo parecido, aunque sin el componente de los canteranos, se puede decir del Getafe, el cuarto equipo que más ha progresado. La mano de Bordalás, tras salvarle del descenso en 2023, se ha notado en el equipo. Tranquilo en mitad de la tabla con 7 puntos más que la campaña anterior, (29 frente a 22), los azulones vuelven a ser competitivos. De los otros dos equipos que han mejorado su puntuación no conviene extenderse porque su mejoría es leve y hasta puede considerarse circunstancial. Nos referimos al Real Madrid y al Atlético, que tienen tres puntos más (si ganaran el partido que les resta hasta cumplir los 22 serían seis), una cifra tampoco muy significativa.
Lo que sí son significativos, incluso trágicos, son algunos desplomes. El principal, por supuesto, el del Barcelona. Los culés llevan 15 puntos menos (serían 12 si suman los tres en el partido que les resta), pero mucho peor que su puntuación son sus sensaciones, propias de un equipo a la deriva que, para complicar del todo su situación, va a ser dirigido por un entrenador que él mismo se ha puesto fecha de caducidad. Aunque la caída del Barça puede analizarse desde muchas aristas, hay una que llama especialmente la atención. A estas alturas de la liga anterior, los azulgranas eran el equipo con mejores datos defensivos del mundo: 7 goles. Ahora llevan 29.
Por debajo del Barça en lo que a perdidas se refiere hay un grupo amplio y variopinto de clubes. El Almería come aparte porque lo suyo ya es una caída libre. De tener 22 puntos hace un año ha pasado a llevar 6 y a estar descontando ya los días para un descenso fulminante. Y lo curioso es que tampoco puede decirse que los almerienses sufrieran el pasado verano una escabechina en su plantilla. Mallorca, Rayo y Villarreal también están sufriendo: -11, -10 y -8 puntos, respectivamente. Su situación, sin embargo, no es tan preocupante como las del Sevilla, el Celta y el Cádiz (-8, -7 y -6) que siguen empeorando cuando ya la pasada temporada lo hicieron. De ahí su situación en la tabla.
Hay otros números negativos que no son significativos y tienen su explicación. Que la Real Sociedad lleve siete puntos menos en la Liga (36 frente a 43) puede considerarse sin discusión el precio de la factura de su desgaste en la Champions. Por otro lado, que el Betis sólo lleve tres menos no es ningún desdoro teniendo en cuenta que su plantilla ha perdido calidad. Como tampoco es ninguna sorpresa que Osasuna, tras su magnífico papel en la temporada pasada, ésta haya perdido efervescencia y sume cuatro puntos menos.
Las cifras
Girona, +28 El equipo de Michel está doblando su puntuación.
Athletic, +10 El Athletic suma 42 puntos. En 2023 lleva 32.
Barcelona, -15 Los de Xavi son los que más han empeorado tras el Almería (-16)
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