Los silbidos de los turcos que no dejaban a Paredes escuchar al árbitro
El central no entendía la advertencia que le lanzaba el colegiado a escasos centímetros
Aitor Paredes ha formado junto a Unai Nuñez una inesperada pareja de centrales en Estambul. El de Arrigorriaga ha protagonizado una de las anécdotas del partido. En el minuto 32 ha cometido una falta sobre Inmobile, a quien ha obstaculizado en el campo del Besiktas para impedirle que avanzara.
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La grada ha reaccionado con una gran pitada para demandar que el central rojiblanco fuera amonestado. El colegiado, el austriaco Weinberger, se ha dirigido a él. Y le ha lanzado una advertencia verbal.
El ruido en el estadio alcanzaba tal magnitud que el central del Athletic, a escasos centímetros del colegiado, se ha acercado y ha hecho un gesto en el que se tocaba una oreja con la mano para indicarle que no podía oírle. El austriaco ha repetido su advertencia.
El ambiente en el estadio del Besiktas es espectacular. No se han ocupado sus 42.000 localidades, pero aquí los hinchas aprietan más que en los campos del Fenerbahçe y Galatasaray.
No paran en todo el partido. Cuando ni cantan, silban bien al árbitro, bien a rival. Y además participa todo el estadio en la animación, no sólo un fondo.
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