La segunda unidad del Athletic se queda seca
Los secundarios acumulan todo tipo de ocasiones, pero solo una diana en propia puerta evita que regresen de vacío
Solo un gol en propia puerta evitó que el Athletic se quedara sin marcar en El Sardinero. Sufrió seco, hasta que en el minuto ... 85, un defensa del Racing metió el balón en su guarida tras un buen centro de Larrazabal. En los cinco encuentros amistosos anteriores, los rojiblancos habían adquirido al menos una diana, como sucedió en Soria, en el encuentro menos productivo, también con la segunda unidad sobre el césped. Sin embargo, en Santander, con un buen Luca Zidane en la portería -'espiado' por su padre en la grada-, los bilbaínos se quedaron vacíos, sin pólvora. No estaba ninguno de los supuestos titulares en ataque -quizá Larrazabal- y se notó; como se evidenció la falta de ingenio en un centro del campo plano, con la única chispa de Beñat. Acumuló varias oportunidades Aduriz, aunque las más claras las protagonizaron Larrazabal y Vicente: después de recorrer casi todo el campo, en el uno contra uno, el meta marsellés evitó la igualada. Casi de forma consecutiva. Beñat también la tuvo, pero la defensa cántabra le cerró la puerta.
Williams, que lleva cuatro goles, Córdoba, con un par de dianas, Muniain, autor de una, y Raúl García, que se estrenó en Fadura, se quedaron en Bilbao. Son los futbolistas con más pólvora, los encargados de sostener en la parcela ofensiva a un equipo que, sin ellos, se demostró ayer, carece de la pericia para someter al adversario. Aduriz, sobre todo en la primera parte, buscó el tanto en varias oportunidades. No lo consiguió. Un remate de cabeza que acabó bastante lejos de la portería, un disparo potente que se encontró con el portero cedido por el Real Madrid. Nada. Iñigo Martínez, al poco de comenzar, también había podido anotar, pero se quedó en eso, en una posibilidad.
Ya en la segunda parte, los acercamientos del Athletic resultaron más habituales. Que no más brillantes. Porque ninguno superó la línea de gol. Larrazabal cabalgó por la banda derecha, en velocidad. Al contrario de lo que sucedió ante el Paderborn en Gutersloh, con una culminación genial de la acción, en el Sardinero se topó con Zidane. Poco después, Vicente, cuyo destino está en Miranda, calcó la ocasión de su compañero, aunque en este caso por la izquierda. La resolución idéntica, el marsellés desabarató la oportunidad. Aunque el cancerbero se lesionó. Antes, Vivian, de cabeza, un jugador que pide paso y que estará con el Bilbao Athletic cuando Garitano no requiera de sus servicios -habrá que esperar a ver el alcance de la lesión de Yeray-, casi mete un centro de Ibai Gómez.
Con la puntería tocada, solo un tanto de Olaortua en su portería, evitó que el Athletic se quedara sin anotar por primera vez en este tramo del curso. Centró Larrazabal hacia Villalibre, pero el excentral del Barakaldo y Amorebieta, se tiró para cortar la asistencia. Y gol. Gracias al Racing. Si no hubiera ocurrido, los bilbaínos se hubiesen quedado secos.
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