Por primera vez no ha habido foto de los jugadores celebrando la victoria con la Grada de Animación
Numerosos cánticos de apoyo a los rojiblancos desde la mayoría de la zonas del estadio ante el silencio en la Grada Popular
Esta tarde de domingo no ha habido por primera vez la foto de los jugadores celebrando la victoria con la Grada de Animación. Los futbolistas ... se han despedido de la afición desde el centro del campo. Hoy ha sido la segunda huelga de animación convocada en dos semanas por el grupo más numeroso de la Grada Popular, la Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH). Estos aficionados han optado por redoblar su presión sobre la junta directiva. De convocarla durante media hora en un partido europeo, el que enfrentó al Athletic al Elfsborg, a hacerlo en uno de Liga durante todo el duelo y con la Champions en juego.
El Fondo Norte ha estado callado durante la primera mitad. Pero no todos sus integrantes ni todo el rato. Ha habido momentos en los que se ha animado desde sus esquinas cuando el resto de San Mamés lo hacía. Eso sí, en el centro, en donde se coloca la guarda pretoriana de ICHH nadie animaba.
La huelga de animación no ha sido secundada por el resto del estadio. Todo lo contrario. Lo habitual es que los cánticos lleguen desde el Fondo Norte. Esta vez han arrancado en otras zonas del campo. Han sido muy numerosos. La interpretación es clara. La mayoría de los socios no comparten la huelga de gargantas calladas de unos espectadores que tienen abonos más baratos por animar.
Los convocantes denuncian «la represión» que dicen sufrir porque miembros de la seguridad identifican a algunos de ellos al acabar los partidos y a la intervención de la Ertzaintza en la zona.
Las fuentes consultadas indican que se identifica a aquellos que lanzan gritos ofensivos que desembocan en multas para el club. A esas personas se les remite una comunicación en las que se les recuerda las consecuencias de sus actos para la entidad y se les advierte que se les retirará el Gazte Abono o se les llevará a la Comisión de Disciplina de la entidad en caso de ser socios. Fuentes de seguridad indicaron a este periódico que la intervención de la Ertzaintza en el área fue para reforzar a miembros de la empresa contratada por el club que se vieron en apuros.
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