De Marcos aplaude a la grada en el momento de su cambio. Ignacio Pérez

San Mamés se rinde a De Marcos

Aunque no lo quiera hasta finales de mayo al capitán le esperan continuos homenajes en La Catedral y allá donde juegue

Domingo, 23 de febrero 2025, 20:42

El miércoles, cuando anunció su retirada a final de temporada, Óscar de Marcos se negó a quedarse con un momento de su extensa carrera deportiva, ... toda teñida de rojiblanco en cuanto al profesionalismo se refiere. Considera, y razón no le falta, que aún tiene que dar mucho al Athletic este curso. También le pidió a Iñaki Williams en la emotiva despedida junto a sus compañeros en Lezama que no le dedicase ningún gol de aquí a mayo. No quiere homenajes. Todavía. El delantero, que le cogerá el relevo como primer capitán –«lo que me deja muy tranquilo»–, cumplió con su palabra al poner el último clavo en el ataúd del Valladolid. Lo celebró como uno más. Pero San Mamés, que ya había festejado un chut lejano y desviado en el primer minuto como mero reconocimiento al de Laguardia, le regaló una sonora ovación cuando fue sustituido por Lekue a falta de un cuarto de hora para el pitido final.

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De Marcos se puede ir acostumbrando a que en cada partido que falta para que cuelgue las botas La Catedral se rinda a él. También la mayoría de estadios que visite el Athletic en los próximos tres meses. «Estaba nervioso antes de empezar. Parece mentira, con los partidos que llevo. Pero eso de jugar sabiendo que ya es la cuenta atrás... Después de dieciséis años se va acabando mi etapa y uno tiene su corazoncito. Me he emocionado bastante con el cambio. Esto no se va a olvidar», se sinceró el lateral alavés en los micrófonos de Dazn.

Para sorpresa de los presentes dejó el campo en un visto y no visto. Sus compañeros le pedían que se marchara caminando. Que disfrutara el momento. Que lo hiciera suyo. El abultado marcador, que reflejaba ya un contundente 6-1, permitía tomarse cualquier licencia que estimara oportuna. Pero no sucedió. Como un día más, y con un ritmo similar al que hubiese marcado si el luminoso reflejase un resultado adverso, De Marcos se marchó al trote, deseó suerte a Lekue y entonces sí agradeció el apoyo. «He salido demasiado rápido, el impulso me ha llevado», añadió.

Ya sentado en el banquillo, las cámaras siguieron pendientes de él. Los espectadores pudieron ver una entrañable carantoña entre el capitán y Maroan, que un rato antes se había estrenado como goleador. Como si fuera su hermano pequeño, De Marcos ha estado encima del vitoriano desde que este pisó por primera vez Lezama. Incluso le regaló el brazalete que usó el día del debut del ex del Barakaldo, ante el Girona en otra gran tarde en San Mamés hace dos semanas. Un gesto que el último fichaje rojiblanco nunca olvidará.

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Desempata con Muniain

Fue un día de muchas emociones porque De Marcos además se convirtió en el segundo jugador con más partidos de la historia del Athletic tras desempatar con Iker Muniain. Ya son 561 choques, a 53 de un Iribar al que no cogerá por poco. Pero eso tampoco le importa. Aquel chaval que llegó como delantero procedente del Alavés cuenta con trece jornadas por delante para ampliar su registro, además de un ambicioso recorrido en la Europa League con la que quiere redondear una brillante trayectoria.

«Ese sueño suena lejano, pero venimos de conseguir un título el año pasado y siempre te ilusionas. Quieres conseguir más. Tenemos un buen equipo, estamos en un gran momento. Hay que ir con pies de plomo, pero por soñar que no quede», lanzó el incombustible defensa, que mantendrá una difícil batalla para aislarse de todo lo que rodea a su adiós al fútbol.

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