Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Raúl García no descansa ni en su día libre. Tiene 37 años, en julio hará los 38, y es capaz de disputar un partido de élite y marcarse una carrera de 12 kilómetros con apenas pocas horas de diferencia. El jugador del Athletic demuestra que está muy en forma y que podría aplazar su retirada si así lo quisiese. Pero Raúl quiere «tiempo» para su familia y este domingo a primera hora de la mañana se ha ido a correr junto a su mujer y su amigo Txema Noriega.
Una buena forma de activar el cuerpo. Después se han ido a disfrutar de la hípica. Su mujer Inés compartía con sus seguidores de Instagram una imagen de su caballo y su perro Max, un pastor alemán que «vigila» que todo vaya en orden en el establo.
Un domingo muy familiar para el rojiblanco después del emotivo día que vivió ayer en San Mamés con el homenaje que le brindaron los dos equipos de su corazón, el Athletic y el Osasuna. Esta mañana, el club bilbaíno ha publicado un vídeo de cómo se vivió el tributo a Raúl desde los ojos de Gurpegui. El exjugador rojiblanco saltó al campo junto al exosasunista Patxi Puñal -dos personas muy especiales para Raúl- para escoltar al protagonista en el pasillo que le brindaron los jugadores de Athletic y Osasuna.
Noticia relacionada
Javier Ortiz de Lazcano
En el documento se puede escuchar la tremenda ovación que recibió el navarro, que estuvo acompañado de sus hijos y su mujer, y cómo Gurpegui se saludó cariñosamente con Iker Muniain, con quien compartió vestuario y que también se despide del Athletic dentro de dos semanas. Mañana lunes será el día que los aficionados rojiblancos podrán despedirse del capitán.
Pero ayer era el día de Raúl. Con el público en pie, San Mamés le rindió un emocionante homenaje tras anunciar que cuelga las botas a final de curso. Era un partido con «doble valor simbólico» para el navarro. Se le rindió tributo con el equipo en el que se formó (126 partidos) y con el que se despide (359 duelos como rojiblanco). Además, el navarro suma 329 encuentros en el Atlético de Madrid. Cada capitán entregó un recuerdo al ya mítico jugador. Herrera le obsequió con una fotografía de un gol suyo ante el Barcelona en sus tiempos en el club navarro y Muniain con una camiseta rojiblanca con su dorsal 22 firmada por todos los compañeros.
Para terminar la fiesta, Raúl se dirigió a la grada de animación tras el pitido final. Recibió la última ovación de su larga trayectoria en el Athletic mientras los athleticzales cantaban, en pie, 'Rulo, Rulo'. El homenajeado se emocionó pero pudo resistir las lágrimas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.