Raúl García comete un error impropio de un veterano
El navarro, un especialista en aguantar en el campo con una tarjeta a cuestas, se fue a la calle a los 13 minutos por una entrada innecesaria a Kroos y dejó a su equipo en una delicada posición
Gaizka Garitano dejó una cosa clara con su alineación. Está muy lejos de encontrar un once tipo. El entrenador insistió con fórmulas que se han ... demostrado fallidas como colocar a Williams de delantero centro y aplicó otras nuevas, como la inédita pareja Dani García-Vencedor. Su pequeña revolución trajo como gran novedad el regreso de Raúl García, un jugador en una posición desconocida para él en los últimos tiempos. Nunca se había visto en cuatro partidos seguidos en el banquillo del Athletic. Ha pasado de ser el principal argumento ofensivo de la pasada campaña a suplente, una posición que le hizo abandonar el Atlético de Madrid.
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El duelo ante el Madrid era, por tanto, una excelente oportunidad para reivindicarse. Sin embargo, el navarro cometió un error impropio de un veterano. Y más de alguien como él. Firmó en cinco minutos tres faltas que le mandaron a la caseta con dos tarjetas.
La primera la vio por reiteración, por dos entradas en un minuto sobre Modric y Kroos. En la primera, que llegó tarde, no la vio, pero el árbitro no pasó por alto la segunda, quizá la más leve de las tres.
La segunda tarjeta no arroja dudas. Fue por un pisotón al centrocampista alemán. Le perdió el convencimiento de que Gil Manzano no le iba a expulsar tan rápido. La única manera que tiene de intentar excusar su error es que unos instantes antes el colegiado dejó sin señalar un penalti de Carvajal sobre Williams, que además bien pudo provocar la roja al defensa blanco. De penalti a favor y el Madrid con diez el que se vio con uno menos fue el Athletic.
Se trató de un fallo totalmente fuera de guión en un jugador como García. Una de sus grandes cualidades es que siempre ha sabido medirse con tarjetas a cuestas. Es, nada más y nada menos, el séptimo jugador con más amarillas de la historia de la Liga, 139. Pues bien, desde hace nueve años, cuando militaba en Osasuna, no sufría una expulsión en el torneo.
La de anoche llega en un momento especialmente delicado para él. Su renovación, que se deba por hecha para antes de Navidades, no llega. En el campo da la impresión de estar ansioso e insatisfecho. Y la acción de este martes llega apenas unos días después de que dejara en Valencia una imagen que ha dado mucho que hablar, cuando reaccionó con gesto muy serio al gol que anotó de penalti y que colocaba en ventaja al Athletic.
La doble amarilla de Raúl García tuvo consecuencias inmediatas sobre el juego rojiblanco. Debió renunciar a la presión alta con la que salió para retrasar quince metros su posición en el campo y defender con dos líneas muy juntas. El equipo se recompuso en la segunda parte y fue capaz de ir arriba, pero es evidente que la expulsión del minuto trece le mediatizó.
Lo sucedido en Valdebebas deja en evidencia además una desafortunada frase de Garitano, cuando tras caer ante el Celta con una pérdida de balón de Vencedor en el centro del campo dijo que los fallos de los jóvenes son «un peaje a pegar». Pues bien, a partir de ahí la mayoría de los errores los han protagonizado los jugadores más expertos. Dani García cometió el penalti del primer gol del Valencia y anoche Raúl García dejó a su equipo con diez 80 minutos. Por el lado de los novatos, sólo hay que contar el error de Simón ante el Valencia.
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