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Los radicales que provocaron incidentes el jueves al término de la vuelta de los cuartos de final entre el Athletic y el Rangers empañaron otra ... vez la imagen de Bilbao a un mes de la final de la Europa League del 21 de mayo. A diferencia del partido ante la Roma, en el que el dispositivo de seguridad falló antes y después del choque, con lanzamiento de objetos y bengalas en los minutos previos y enfrentamientos y disturbios en los instantes posteriores, frente a los escoceses funcionó bien una vez subsanadas las importantes grietas detectadas en la ronda de octavos. Sin embargo, los altercados protagonizados por grupos de alborotadores no vinculados al fútbol mientras la hinchada rival abandonaba la explanada de La Catedral volvieron a dejar imágenes inadmisibles que han mancillado de nuevo el crédito de una villa que ha apostado por los eventos internacionales para abrirse aún más al mundo.
El escaparate continental del Athletic se ha convertido en el altavoz ideal para quienes convierten el deporte en una excusa con el objetivo de dar rienda suelta a actitudes violentas, de intolerancia y de odio. Todo vale para hacerse visibles y demostrar que el resto de la temporada están agazapados en busca de su oportunidad. La llegada de aficionados de clubes extranjeros es el pretexto virtual que necesitan para hacer lo que ya han planeado los días precedentes. Ante la Roma lo pudieron hacer antes del duelo porque la valla de seguridad se convirtió en un embudo que les facilitó el 'trabajo' junto al estadio. Con el Rangers lo tuvieron más complicado porque el dispositivo fue férreo y organizado. Como la explanada y sus alrededores resultaron infranqueables y los contenedores habían sido retirados, volvieron sobre sus pasos y los buscaron en las calles cercanas para montar barricadas, prenderles fuego y enfrentarse a la Ertzaintza, su verdadero propósito.
Los incidentes dejaron un balance de seis detenidos –cuatro locales y dos escoceses– y trece heridos, doce de ellos agentes. Según las fuentes consultadas por este periódico, los miembros de Herri Norte no estuvieron implicados en estos altercados. De hecho, no se identificó a ninguno de ellos en las inmediaciones del campo en ese momento y ni siquiera estaban dentro del estadio durante el partido como grupo organizado.
La Ertzaintza sí investiga si integrantes de esa agrupación pudieron estar implicados en la paliza a un hincha del Rangers en María Díaz de Haro, cerca de la plaza Kirruli. Los agresores vestían de negro y estaban en una zona frecuentada por radicales locales. Además, robaron su camiseta al hincha escocés, un gesto muy de grupo ultra, que lo considera una especie de trofeo.
El 1 de mayo viene el Manchester United para la ida de la semifinal y los ojos del mundo estarán de nuevo fijos en Bilbao. Vuelta a empezar.
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