¿Puede Garitano enderezar el rumbo del Athletic?

Las dos crisis se unen en la figura del entrenador. No hay más que recordar lo sucedido en la asamblea, en donde hubo más críticas de los compromisarios a Garitano que a la gestión económica de la junta. Elizegi ha vivido su semana más negra. Derrotado con claridad en la asamblea y en el derbi. El pobrísimo rendimiento ante la Real añade más presión sobre el presidente, el gran valedor hasta ahora del técnico frente a los miembros del ala dura de su junta que piden desde hace tiempo un cambio. Partidos como el de Nochevieja dan más munición a los críticos, que a buen seguro redoblaran su exigencia de que haya un relevo en el banquillo. A los argumentos deportivos añaden ahora la necesidad de un gesto que contente a los socios.

Muniain y Garitano hablaron sorprendentemente al acabar el partido de que el Athletic había llevado el control del partido. Eso tras un duelo en el que, por tercera vez esta campaña, los rojiblancos se retiraron sin un remate entre los tres palos, como ya les sucedió en la visita al Alavés y ante el Celta en San Mamés. Pese a sus palabras, la Real tuvo un excelente pasar de los minutos. No se vio nunca exigida. Reculó en los últimos minutos, pero apenas sufrió el sobresalto de un centro lateral que Sancet no pudo rematar en el segundo poste.

La pregunta a estas horas es saber si Garitano puede enderezar el rumbo de una nave a la deriva. Él insiste es que se ve capaz, pero la realidad es que la campaña avanza y su Athletic suma más decepciones que alegrías y más críticas que aplausos.

En el derbi fue superado por Imanol. El técnico rojiblanco diseñó un duelo como el exitoso del pasado año, con una feroz presión adelantada. Imanol se la dio con queso. En lugar de sacar la pelota jugada lo hizo en largo. El Athletic se quedó paralizado sin su principal argumento.

El único arma que quedaba a los rojiblancos era entrar por los costados. Los realistas cerraron muy bien. Sin laterales profundos, el ataque del Athletic se reduce a la mínima expresión. Y Garitano pagó el intrascedente rendimiento de piezas claves como Muniain, que abusó de conducciones sin profundidad, Williams y Berenguer, muy fallón y que dio origen al único gol con una pérdida en el centro del campo. Garitano, que había diseñado un partido para robar y golpear, se encontró con que la Real le derrotó con su misma estrategia.

El entrenador metió tres cambios al poco del inicio de la segunda parte y, para colmo, tuvo la mala suerte de que se lesionó Unai López. Pero, una vez más, sus relevos son motivo para el debate. Con su equipo volcado mantuvo a sus cuatro defensas, todos con tarjeta, pero sin embargo había quitado al mejor, Vencedor, porque tenía una amarilla. Elizegi despide 2020 con una pregunta: ¿Es capaz Garitano de enderezar al rumbo?