«Hay quien piensa que nos da igual ganar o perder. ¡No! Queremos hacer feliz a la gente»

- ¿Ha hecho el balance de 2022? ¿Qué nota le pondría al año que se acaba de ir?

- Siempre se puede mejorar. He hecho un año muy bueno a nivel individual; a nivel colectivo nos ha faltado poner la guinda al pastel. Estamos bien, hemos terminado bien el año y vamos por el buen camino.

- ¿Lo mejor y lo peor de 2022?

- Hemos tenido grandes partidos en San Mamés. ¿Lo peor? No conseguir la clasificación europea. Ha sido un año de cambio, de pasar de Marcelino a Ernesto. El equipo ha tenido una buena respuesta con los dos. Nos falta poner la guinda al pastel. Esperamos conseguirlo este año.

- Tuvo una lesión muscular en octubre que le dejó varios partidos fuera. ¿Temió que Valverde se olvidara de usted, justo cuando estaba remontando?

- No pienso en remontar. Era la primera lesión muscular de mi carrera. Me dolía más no estar con mis compañeros y ayudar al equipo que mi situación personal. El entrenador tiene 25 o 26 jugadores y en cada momento elige a los mejores para un partido en concreto. El otro día me tocó jugar. Lo hice porque el míster creía que podía ayudar al equipo. Aunque no sea titular indiscutible, siempre me he sentido valorado por el entrenador.

- Fue titular ante el Sestao y también en el Villamarín. ¿Los minutos alimentan la confianza?

- Sí, pero siempre he sido de los que piensan que los entrenamientos alimentan la confianza. Por mucho que el entrenador te dé minutos, si sales al campo sin estar preparado será difícil que lo hagas bien. A todo el mundo le da confianza tener los máximos minutos posibles y saber que el entrenador cuenta contigo, pero luego está tu confianza individual y mental. Y eso te lo tienes que ganar en el día a día.

- ¿Cómo ve a Iñigo Martínez?

- Muy tranquilo. Como compañero y amigo, ojalá se quede. Pasamos mucho tiempo juntos y le tengo mucho aprecio. Como jugador no creo que haya ningún tipo de discusión. Es uno de los mejores centrales de España.

- ¿Tiene esperanza de que siga?

- No la pierdo. No sé cómo están las cosas. Cada uno es libre de elegir su destino. Pero pase lo que pase, tanto si sigue como si no, ha tenido una trayectoria en el Athletic para aplaudir.

- Es su quinta temporada en el Athletic y aún no ha jugado en Europa. De uno al diez, ¿cuánto le escuece?

- Un ocho y medio. Por mucho que no haya jugado en Europa, hay cosas que he vivido como futbolista del Athletic que no se olvidan jamás. Estoy agradecido al Eibar porque me ha hecho llegar hasta aquí. Hay partidos de San Mamés que podría verlos en casa una y otra vez y se me seguirían poniendo los pelos de punta.

- Van por buen camino, en los puestos altos de la tabla. ¿Firmaría acabar como está ahora?

- Claro que firmaría, pero también me apetece ver hasta dónde puede llegar este Athletic. Confío en este equipo. Estamos haciendo bien las cosas. No sólo los fines de semana, sino también en el día a día. Pero me gusta vivir la experiencia entera, no quedarme a medio camino.

- ¿Habla de la Champions?

- No, no, no hablo de la Champions, sino de que todo se acabaría si firmara ahora (el quinto puesto). Me plantea que el equipo igual no va a aguantar así toda la temporada, pero yo creo que lo hará. Así que prefiero vivir la experiencia entera.

- Solo el Madrid y el Barcelona marcan más que el Athletic, que tiene además la cuarta defensa menos goleada de la Liga. ¿Será difícil mantener este equilibrio?

- Muchas veces hemos hablado de la falta de gol, de que nos falta una u otra cosa. En realidad, lo que nos ha faltado es la regularidad. Hemos hecho buenas temporadas, pero ha habido equipos mucho más regulares que nosotros. Este año lo estamos siendo y mantenemos la posición.

- Europa es un objetivo institucional y deportivo, pero la Copa siempre está ahí.

- Es una competición que nos motiva muchísimo. Empieza la Copa, vemos el sorteo todos juntos. Nos encanta. Queremos llegar a la final y ganarla. Pero, efectivamente, Europa es un objetivo institucional, de todo el mundo. El otro día me decía un aficionado: 'Tengo más ganas de ir a Europa que tú'. Le dije: 'No, ya te digo yo que no'. Hay gente que piensa que a nosotros nos da igual ganar o perder. ¡No! Queremos conseguir cosas porque vamos a hacer muy feliz a mucha gente.

- Juegan contra el Eldense. Son fiables ante rivales de categorías inferiores. No se relajan.

- Porque les respetamos. Sabemos que estamos obligados a ganar. Jugamos contra un equipo que está dos categorías por debajo de nosotros, pero lo vamos a hacer con el máximo respeto.

- Les da igual la categoría.

- Claro. Sé lo que hay porque yo he estado en el otro lado. Eliminé al Athletic jugando en Segunda B con el Eibar. Para equipos de menor categoría es el partido de sus vidas. Para el Eldense también será el partido de su vida, porque querrá seguir haciendo historia y sus jugadores pensarán en que será una magnífica ocasión de que les vea alguien de una categoría superior.

- En un fútbol que va cada vez más rápido, con calendarios apretadísimos y una exposición brutal del futbolista, ¿cómo conserva la calma?

- Antes, ya desde el lunes, pensaba en el partido. Me decía que tenía que hacer esto, lo otro, descansar. Ahora no lo hago. Gracias al trabajo que hacemos con el psicólogo, no le doy tantas vueltas.

- No se obsesiona.

- No, ya no soy obsesivo. Antes lo era. Me sigue obsesionado el fútbol porque lo vivo todos los días, pero no me obsesiono con lo que tengo que hacer.

- El club cumple 125 años. ¿Cómo le gustaría celebrarlos?

- Europa es el objetivo principal, pero ganar la Copa supondría poner una guinda grande a esos 125 años. Sabemos que es complicado, pero... Una de las dos cosas sería un motivo de celebración.

- Lleva 157 partidos como rojiblanco. ¿Está más cerca del gol?

- Mendilibar siempre decía que cuando un equipo lleva mucho tiempo perdiendo está más cerca de ganar. Pues en mi caso es lo mismo. El míster me intenta dar confianza diciéndome que me va bien de cara a puerta, pero de momento yo sigo ahí (risas).