

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Si el Athletic piensa marcar tres o más goles el jueves en Old Trafford deberá hacer muchísimo más en el plano ofensivo de lo que ... ofreció anoche en el Reale Arena. Es de justicia recordar que el equipo venía de darse una paliza ante el Manchester United, tocado en el ánimo por la abultada derrota, que Ernesto Valverde hizo bastantes cambios en el once -repitieron cuatro futbolistas que fueron titulares ante los 'diablos rojos'- y que hubo bajas significativas como las de Nico Williams y Oihan Sancet. Ahora bien, acabar el derbi con un único remate entre los tres palos, de Berenguer y bastante flojo, pide a gritos una reacción para cargar de dinamita el ataque rojiblanco.
Porque si algo le faltó al Athletic en el choque contra la Real Sociedad fue pegada, presencia en los metros de la verdad y probar a Remiro. Como de costumbre, el equipo estuvo bien atrás, serio en defensa y sin apenas concesiones, por lo que la ausencia de una mayor producción ofensiva penalizó el rendimiento de los bilbaínos. Acabaron el partido con un total de tres disparos -uno de Guruzeta que fue tan desviado que pegó en la tripa a un jugador realista alejado de la portería, otro de Djaló que salió a años luz de los tres palos y el de Berenguer, que Remiro atrapó sin dificultades- y apenas un centro bueno de los trece intentados. No es ningún secreto que a los hombres de Valverde les cuesta hacer goles de un tiempo a esta parte: llevan siete en los últimos diez encuentros. Y hay más: en seis de ellos se quedaron a cero, sin marcar.
«Queríamos imprimir la intensidad que nos caracteriza, sobre todo apretando arriba y robando (balones). En la primera parte lo hemos hecho bien, pero la falta de frescura en los últimos metros nos ha impedido tener alguna llegada un poco más clara», dijo Iñigo Lekue a la conclusión del choque. Estaba contento por el punto y la portería a cero, aunque admitió que el equipo estuvo espeso cerca de los dominios de Remiro. El exguardameta rojiblanco solo tuvo que intervenir una vez entre los tres palos para embolsar el intento de Berenguer.
Los bilbaínos sacaron tres córners -dos de ellos en el tiempo añadido- por los siete de la Real, tuvieron un 41% de posesión y dieron 352 pases -260 buenos- por los 501 de su rival. Valverde apostó de inicio por un ataque compuesto por Iñaki Williams y Berenguer en los costados, Unai Gómez como enganche y Guruzeta en punta. Salvo el navarro, activo pero sin mucho acierto, los tres restantes no acabaron el partido. Tampoco los cambios introducidos dotaron de más chispa al ataque rojiblanco. Ni Maroan ni Djaló lograron poner en aprietos a la defensa donostiarra. Txingurri incluso retiró al mediapunta de Bermeo para dar entrada a Adama como extremo izquierdo.
«Nos faltó precisión para concretar las jugadas», comentó el entrenador del Athletic nada más acabar el duelo. «Ha sido un partido sufrido, trabado en el juego. Se trataba de sobrevivir y de no cometer errores», añadió Unai Simón, quien firmó un par de paradas de mérito para mantener la portería a cero. Primero desvió a córner un remate de Kubo al poco de arrancar la segunda parte y luego sacó un cabezazo picado de Brais Méndez que Anoeta ya veía dentro. Los rojiblancos tampoco sufrieron mucho más y sumaron un punto que dieron por bueno y justo. Ahora toca cambiar de chip, ponerse en modo remontada y disparar con todo el arsenal en Old Trafford.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Por qué ya no vemos tantas mariposas en Cantabria?
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.