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«Nos ofrecían como alternativa llegar el domingo al mediodía. Para la resaca de la celebración», bromea Luis Martínez, socio del Mallorca y quien reconoce ... haber vivido toda una odisea para llegar este sábado a Sevilla. Martínez es uno de los 200 pasajeros del vuelo Ibiza-Sevilla de la compañía Vueling que debía haber despegado este viernes a las once de la noche. Junto a un amigo había volado previamente de Palma a la isla vecina. «Del total de pasajeros, unos cien éramos del Mallorca y otros 40 del Athletic. Eran personas que habían llegado a Ibiza para hacer escala», explica a El CORREO.
La ilusión por llegar a la capital hispalense se truncó al poco tiempo. En torno a las diez de la noche (apenas una hora antes de despegar) les comunicaron que el vuelo no iba a salir y la alternativa que les ofrecieron era absurda. «Nos plantearon un Ibiza-Barcelona-Sevilla que llegaría el domingo a mediodía». Es decir, una opción con la que se perderían la gran final.
Verse tirados en el aeropuerto y sin poder ver el partido en Sevilla unió a las dos hinchadas, que comenzaron a buscar alternativas juntas. Y lo consiguieron. Alrededor de 100 personas han salido este sábado de Ibiza a las 0 horas con destino a Barcelona. De ahí viajarán a Málaga y después cogerán un coche de alquiler hasta Sevilla. «Esperamos llegar a las 16.00 horas. En nuestro coche iremos tres del Athletic y dos del Mallorca, y así en todos lo demás. Otros pasajeros van por Jerez o por Granada. Lo que el fútbol separa lo unen las compañías aéreas», bromea.
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