Ocho actores principales para un derbi coral

En el Athletic, Ander Capa, Dani García, Raúl García e Iñaki Williams son la columna vertebral de la criatura de Garitano; en la Real, Zubeldia, 'Illarra', Ödegaard y Oyarzabal forman el armazón donostiarra. Están llamados a soportar el peso de una buena parte del derbi, aunque no estarán solos en un choque de 22 hombres. A priori, son los nombres propios de uno de los duelos más especiales del año y máximos exponentes de cada una de las líneas de su equipo.

En 2015, el Real Madrid compró a una de las grandes promesas del fútbol mundial. Martin Ödegaard tenía entonces 16 años y era un niño prodigio, un proyecto de futbolista, que poco a poco ha ido endureciendo su piel y ahora comienza a abrirse un hueco en el mundo adulto. Pese a su todavía corta edad (20), el noruego ha defendido los escudos de cinco equipos -Stromsgodset, Real Madrid, Heerenveen, Vitesse y Real Sociedad, además de la selección de su país- y en estos momentos empieza a enseñar la patita como realista. Cedido por el conjunto blanco, el escandinavo fue titular en Mestalla y también en Son Moix, donde además marcó un gol de bella factura. Juega por la banda derecha, aunque también actúa como mediapunta. Tiene calidad, visión panorámica de fútbol y mucha clase con el balón en los pies. Fue el jugador con más pases en el duelo ante el Mallorca. El viernes tendrá enfrente a Yuri.

Dani García es la bisagra que articula la criatura montada por Gaizka Garitano. Este Athletic no se entiende sin la presencia del mediocentro, quien se encarga de destruir el fútbol enemigo y de dinamitar los puentes por los que avanza el rival. Es el ancla del equipo, el elemento que pretende equilibrar a los rojiblancos, otro hombre que al igual que Capa es sagrado para Garitano. Juega siempre y cambian sus acompañantes. Ha tenido a Iturraspe, San José, Mikel Rico, Beñat, Unai López... Ellos rotan, o rotaban, y él permanece fijo en la sala de máquinas. Su proyección ofensiva es limitada, pero abajo echa un montón de manos y es el mejorsocio de los centrales. Un amigo. El año pasado jugó 31 partidos de Liga y continúa con el traje de titular. Será fundamental a la hora de cortocircuitar la propuesta de la Real Sociedad y de hacer que su juego no sea fluido.

Ander Capa se ha destapado en este inicio liguero con un par de asistencias que tradujeron en sendos goles Aritz Aduriz y Raúl García. El lateral es uno de los fijos en el esquema de Gaizka Garitano, quien tiene una fe ciega en el portugalujo. Ibaigane pagó tres millones al Eibar por él y con Eduarzo Berizzo formaba parte del atrezzo rojiblanco, pero con la llegada del deriotarra resucitó y se convirtió en indiscutible. Capa encarna a la perfección el espíritu de este Athletic, un martillo pilón en la banda derecha, que no para de atacar y defender. Puede hacerlo mejor o peor, acertar o equivocarse, pero jamás deja de intentarlo y choca con el mundo entero con tal de abrirse camino y ganar metros. El viernes le espera un duelo de alto voltaje con Oyarzabal, uno de los puntales y principales armas de la Real Sociedad.

Asier Illarramendi es un 'veterano' de 29 años que ejerce de jefe en un equipo cuya media de edad es la más baja de la Liga (24,7). El mediocentro es un fijo en los planes de Imanol Alguacil y un seguro de vida en la medular, la escoba que barre los ataques rivales. El Athletic también le quiso cuando se disponía a salir del Real Madrid, pero el de Mutriku prefirió regresar a casa. Ahora comanda a una tropa joven y es una pieza clave en el centro del campo donostiarra, casi siempre acompañado por Mikel Merino, otro pretendido por Ibaigane. 'Illarra' cumple su octava temporada en el conjunto txuriurdin, con el que ha disputado 181 encuentros y anotado 10 goles. Mete la pierna, organiza, distribuye, da la salida al balón y sobre todo se encarga de que el bloque no se descosa. Jugó los 90 minutos tanto en Mestalla como en el Son Moix y repetirá en San Mamés. Es el punto de partida de una Real que sabe que muchas cosas pasan por sus botas. El guipuzcoano es el eje de su equipo y el hombre que equilibra al conjunto.

Dicen en San Sebastián que Igor Zubeldia es tan bueno que da igual dónde juegue. Es un mediocentro muy completo que ahora actúa como central. ¿Por qué? Era difícil encajarle en la medular con Illarramendi, dos futbolistas de perfiles similares, pero a Imanol Alguacil le gusta tanto que se ha visto obligado a buscarle otro sitio en el campo. Así que sacó de la Real a Héctor y a Navas y colocó al donostiarra en el eje de la defensa junto a Le Normand. De todos modos, la figuras son susceptibles de cambiar su ubicación en el derbi porque el técnico oriotarra podría alinear a Diego Llorente y al propio Le Normand como centrales y adelantar la posición de Zubeldia. ¿Por qué? Por el poderío aéreo del Athletic. En cualquier caso, el canterano, un joven fuerte que lee bien el juego y el balón no le quema, es un valor al alza.

En 2016, el Athletic fue con todo a por Mikel Oyarzabal. Ibaigane estaba dispuesto a ejecutar la cláusula del eibarrés (40 millones) y traerle a San Mamés, pero el futbolista y su entorno arreglaron en un santiamén una renovación exprés con la Real Sociedad. Los rojiblancos sabían que la inversión merecía la pena, que se trataba de un producto de lujo, pero no pudieron llevarla a cabo. Ahora, tres años más tarde, media Europa suspira por el internacional guipuzcoano. Es la joya de la corona del ataque realista, una flecha que entra en las defensas rivales como un cuchillo en la mantequilla y las abre en canal. Solo tiene 22 años y ya cumple su quinta temporada en el club de Anoeta, con el que ha jugado 181 partidos y anotado 34 goles. Zurdo de mucha calidad, desequilibra, asiste y marca. Es la gran referencia y un hombre a vigilar el viernes durante los 90 minutos.

Raúl García es una bendición para los compañeros y una pesadilla para los rivales y los árbitros. Juega en los dos frentes, deportivo y administrativo, se mete en todas las batallas, discute, presiona, intercambia impresiones con los contrarios, con el colegiado, sus ayudantes, jueces de línea... A pesar de atender miles de asuntos en hora y media de fútbol, jamás descuida lo principal: el partido y el resultado. Siempre está cuando se le necesita y más de una vez desatasca encuentros que no hay por dónde cogerlos. El navarro es puro fuego, raza, que lleva la competitividad en las venas y la pone al servicio del grupo. Suele desesperar a sus rivales con facilidad y encima es efectivo en los metros de la verdad. Esta es su quinta campaña en el Athletic y en las cuatro Ligas anteriores ha marcado 36 goles -siete en la primera, 20 en las dos siguientes y nueve en la última-. Su duelo del viernes con Illarramendi promete y además buscará secar a Ödegaard. Un guerrero para un derbi especial, de los que le gustan.

Iñaki Williams es una bala disfrazada de futbolista. Con Aduriz en su última temporada en activo, el bilbaíno es el relevo generacional en la posición del '9' y el hombre que deberá soportar la gran parte de la responsabilidad anotadora. El delantero corre mucho, sí, pero también infunde respeto a sus rivales porque saben que no pueden darle ni medio metro. Si lo hacen, se va, y entonces es tarde. El rojiblanco viene de marcar 13 goles en la última Liga, su récord personal, y quiere superar este registro. En las dos jornadas iniciales se ha quedado sin anotar, pero el viernes volverá a buscar la portería. Lleva 121 jornadas seguidas jugando, una barbaridad, y en el derbi será de nuevo la referencia ofensiva del Athletic. Sabe que le vigilarán de cerca y se las verá con Illarramendi, Merino, Zubeldia y compañía. Sus desmarques y su punta de velocidad serán argumentos importantes en el duelo ante la Real. Con un poco más de temple y calma en los metros finales se volvería letal.