Nunca se rindió

Garitano introducía tres cambios con respecto al partido de Mestalla. Villalibre, Muniain y Vesga, dejaban su lugar a Raúl, De Marcos y a Vencedor. La puesta en escena fue muy buena con un Athletic que ejercía una presión intensa en el campo contrario e incomodó mucho la salida de balón de los de Zidane.

El Athletic se animaba. De Marcos cedió la pelota a Williams y éste tiraba fuera en una acción que pudo haber sido penalti al cargarle Carvajal por detrás para desequilibrarle. Segundos después llegó la jugada desafortunada de Raúl García que condicionó el encuentro. A partir de esta acción, y como es lógico, el guion cambió. El Madrid se adueñó del balón e insistió hasta que al borde del descanso y de un tiro lejano, Kroos le adelantaba.

En la segunda mitad, el Athletic salió valiente y con personalidad hasta que consiguió el empate por medio de Capa. El guion volvía a cambiar y tocaba volver a replegarse y gestionar las fuerzas. Lamentablemente y a la salida de un córner, cuando menos se nota la inferioridad numérica, Benzema conseguía el segundo para el Madrid. La tuvo Vesga, pero surgió Courtois.