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Javier Muñoz
Sábado, 4 de febrero 2017, 00:45
Si alguien puede tomar el pulso a las relaciones entre las aficiones del Athletic y del Barça, ése es Pau Donés, hincha convicto y confeso ... del club catalán. «Mi mejor amigo es de Lekeitio, y las únicas veces que nos hemos peleado creo que han sido por el fútbol», asegura el cantante en vísperas de la cita rojiblanca en el Camp Nou (hoy, 16.15 horas). Tras haber superado un cáncer de colon, y cumplidos 50 años, 20 de ellos como Jarabe de Palo, Donés no espera a que le pregunten por La Flaca. Toma la iniciativa e improvisa un viejo cántico de La Catedral: «... todos le tenían ascooo».
No siga. Pasa con holgura el examen sobre la historia del Athletic.
Hay dos partidos de Liga que tienen un significado especial para mí; el del Athletic, por mi amigo de Lekeitio, y el del Eibar. En ese caso no es sólo por la camiseta azulgrana. También tengo otro buen amigo allí.
Con ellos quizá se reencuentre Pau Donés el próximo 4 de mayo en el Kafe Antzokia bilbaíno, donde presentará nuevo disco (viejos temas de Jarabe de Palo revisitados con voz y piano, y una canción nueva titulada Humo). La gira arrancará tras la publicación simultánea en marzo del disco y también de un libro (50 palos).
«Tenía ganas de contar cosas que me pasaban por la cabeza. De todo el tinglado que he pasado me interesa la parte positiva, las ganas de vivir. Lo que celebro son mis 50 años, no el haber superado el cáncer».
Un jugador del Athletic, Yeray, acaba de dejar atrás un cáncer testicular.
Me mola lo de ese chaval porque es otro ejemplo de que esa enfermedad se supera. Cuando me la diagnosticaron a mí, enseguida percibí el miedo que inspira no sólo en el paciente, sino en el entorno. Eso nos bloquea, la gente sufre por ello. Por eso hay que desestigmatizar el asunto. Antes de ponerte a pensar, primero infórmate. Hay que normalizar la enfermedad. El cáncer irá a más en el futuro, pero la buena noticia es que se podrá curar.
Con 50 años a sus espaldas, dice que le empiezan a asaltar los recuerdos. ¿Cuál es el primero del Barça?
Más que deportivo es político. Nací nueve años antes de la muerte de Franco. Soy medio catalán y medio aragonés, medio charnego; pero no me llamo Pablo, sino Pau. De niño no fui a escuelas castellanas, sino catalanas, y eso no era fácil en vida del dictador. No había muchas formas de manifestar la identidad. Pero una de ellas era la música, Lluís Llach, Raimon... Otra, el fútbol y el Barça.
¿Cómo describiría al socio culé?
Chungo, nefasto. Un sufridor.
Pero si de unos años a esta parte su club sólo atesora títulos...
Ya, pero entra al campo pensando que va a perder. Si juega bien y triunfa, vale, no pasa nada. Pero en cuanto el equipo empieza a jugar mal ya se preocupa. Y si va perdiendo y queda poco para el final, se va del estadio. Ya me gustaría a mí tener cien mil tíos en el Camp Nou portándose durante los 90 minutos como la afición de San Mamés. Sería demoledor. La mitad del partido estaría ganada. Pero el culé no es así. Tiene que ver con el catalán y, como tal, es más frío, un poco más calculador. Pesimista sería la palabra.
«Me interesa lo que pasa hoy»
No ha tenido muchos motivos el socio barcelonista para exhibir ese pesimismo, al menos desde la época de Guardiola hasta la de Luis Enrique. Con la excepción quizá del Tata Martino.
Eso no importa. Le hablas a un culé del montón de títulos que ha ganado en una temporada y te responderá: Deja, deja, verás la que viene. Que si los jugadores están cansados, que si esto y lo otro...
Pero ustedes disponen de Messi. Y no parece tener techo.
Es una figura, pero si por casualidad hace un mal partido, el Camp Nou se viene abajo. Messi está acabado, empieza a decir alguna gente.
¿Piqué for president?
No puedo ser objetivo. Los artistas también somos populares y estamos en tela de juicio.
¿Cómo describiría al central del Barça?
Alguna vez nos hemos visto y nos hemos saludado. Me parece una persona simpática, gentil. Es valiente, dice las cosas como las piensa. Es inteligente y me gusta lo que dice. Lo argumenta. Otra cosa es que sea polémico. Sólo tiene 30 años.
¿Será Piqué el máximo mandatario del Barca?
No sé si lo será, o de la Generalitat o del Gobierno, pero que lo haga bien.
¿El Barça va a ganar la Liga? Razónelo.
No se pueden razonar los resultados. Vamos a ganar porque soy culé. Ojo, tenemos un equipazo.
A por el triplete y todo eso.
Con que ganemos Liga y Champions me conformo. Si llega la Copa, genial. Pero tiene que haber para todos.
El Athletic le metió cuatro al Barça en la Supercopa.
No lo recuerdo. Seguro que lo viví malamente, que mi amigo de Lekeitio estuvo un mes machacándome como un loco. El fútbol es para eso, disfrutar y discutir con tu mejor amigo.
¿Hay un plan B para cuando no esté el argentino?
No lo sé, pero tranquilos. Me interesa lo que pasa hoy. Dentro de cinco años, yo qué sé. Disfrutemos del espectáculo. Del partido del miércoles pasado contra el Atlético de Madrid y del de este sábado (por hoy) contra el Athletic.
¿Acude usted al Camp Nou?
Las ultimas veces han sido un clásico con el Real Madrid y dos partidos de Champions. ¿Y sabes qué vi?
Lo normal; banderas catalanas, esteladas, bufandas...
Un Camp Nou lleno de guiris. Me pareció que ocupaban la mitad del aforo. Rusos, chinos, árabes, alemanes... Y eso me encanta.
Cuando Jarabe de Palo toca en el extranjero ¿aprecia ese multiculturalismo barcelonista?
Nuestro agente en EE UU es un salvadoreño fanático del equipo. Si vamos fuera y hay partido, en el camerino hay una televisión. No sé que ha hecho la Liga española, pero da lo mismo Shanghai que Abu Dabi, siempre encuentras alguien del Barça o del Real Madrid.
Los clubes modestos apelan a la lucha contra la adversidad a falta de dinero y títulos frente a merengues y culés. ¿Qué piensa de ello?
Tienen razón, pero cuidado. Que lo diga un socio del Eibar, vale, pero que lo haga, pongamos por caso, uno del Atlético de Madrid, no. A partir de cierto presupuesto, el dinero no es tan importante. Hay que echarle ganas.
¿Es cierto que los árbitros pitan a favor del Barça y el Real Madrid?
Como no soy futbolista puedo decir que los árbitros son un desastre. En el fútbol americano, en la NBA, en los partidos de tenis todo está megarregulado. ¿Por qué en el fútbol no? ¿Por qué no se moderniza el arbitraje? Un tío que se encuentra a treinta metros de distancia de la jugada puede no ver cosas. O puede equivocarse porque le han metido un sobrecito. Pero con un sistema potente de imágenes, de control, esos problemas se solventarían en el momento. Es del jurásico que por una cagada arbitral un equipo pueda ganar una Liga o una Champion.
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