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Los jugadores del Athletic celebran uno de los goles que sirvieron para conquistar la Liga de 1983.
Un vacío de 29 años y una carambola feliz
Athletic

Un vacío de 29 años y una carambola feliz

El Athletic busca su primera victoria desde 1987 en el feudo de Las Palmas, donde consiguió ganar la Liga de forma agónica en 1983

Iñigo Crespo

Miércoles, 4 de mayo 2016, 23:23

El Athletic pisará por primera vez el Estadio Gran Canaria este domingo (17.00 horas). Sin embargo, el conjunto rojiblanco ha expermintado sensaciones muy dispares desde la primera vez que visitó al Las Palmas, en 1951. Los rojiblancos no conocen la victoria en el feudo del conjunto canario desde hace 29 años, si bien es cierto que desde entonces sólo se han enfrentado en cuatro ocasiones de Liga. No es en absoluto un terreno talismán para el Athletic, que ha logrado seis triunfos en los 32 partidos que han disputado. Eso sí, guarda un recuerdo imborrable de aquel escenario. El equipo rojiblanco se proclamó campeón de Liga en 1983, tras una contundente goleada (1-5) y la victoria del Valencia, que se jugaba la vida, ante el Madrid (1-0).

El Athletic, además, tuvo que remar de lo lindo en aquella ocasión, ya que De Andrés anotó un gol en propia en el minuto 3. La Liga estaba cuesta arriba, ya que el Madrid se distanciaba todavía más en la clasificación de manera momentánea. Los hombres de Javier Clemente, sin embargo, sacaron fuerzas para hacer un último esfuerzo y arrollaron a los canarios con goles de Urtubi, Dani, Argote y dos de Sarabia. Las noticias que llegaban de Mestalla, además, no podían er mejores, y los rojiblancos lograron conquistar el torneo de la regularidad.

El último triunfo del Athletic en una visita al Las Palmas fue menos reluciente. El conjunto rojiblanco cerró la Liga con una remontada (1-2) en junio de 1987, gracias a los tantos de Sarriugarte y Txirri. Aquel triunfo supuso un digno carpetazo a una campaña con más luces que sombras y el adiós de José Ángel Iribar al frente del banquillo.

La tropa de Ernesto Valverde busca este curso un triunfo que le permitiría despedirse de manera matemática de la séptima plaza y reducir así las posibilidades de tener que disputar dos previas europeas. Además, significaría acabar con un vacío de 29 años (no demasiado doloroso porque sólo le ha rendido visita en cuatro ocasiones desde entonces) y el penúltimo paso para conquistar la quinta plaza, la única que evita el maratón previo a la fase de grupos de la Europa League en cualquier circunstancia.

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