«Nada es imposible»

Queda un puñado de horas para el partido de mañana y la sensación de que la remontada es posible aumenta en la familia rojiblanca. A nadie se le escapa que la dificultad de la empresa es mayúscula, un reto de extrema complejidad, pero los jugadores del Athletic no viajan con la bandera blanca porque piensan apurar sus posibilidades de desequilibrar al Sevilla y apartarle del camino que lleva a Basilea. A pesar del 1-2 de la ida, más teniendo en cuenta el escenario donde se resolverá la batalla y el hecho de que los sevillistas encadenan once victorias continentales en su feudo, el estado de ánimo es elevado tanto en el vestuario como en su entorno. EL CORREO ha pedido a varios exfutbolistas del Athletic que envíen sus mensajes de ánimo a la plantilla y casi todos parten del convencimiento de que la gesta es factible, al alcance de los hombres de Ernesto Valverde. «Nada es imposible», resumen las notas remitidas.

Tras el duelo de ida en San Mamés las sensaciones eran de una depresión generalizada y quien más quien menos se resignaba a una capitulación incondicional. Pero en unos días se ha pasado del lapidario «no hay nada que hacer» a un estado de optimismo efervescente que invita a pensar en que «todo es posible». Así lo ven también los exrojiblancos que respondieron a la llamada de este periódico como Rafa Alkorta, Pablo Orbaiz, Javi González, David López, Andoni Lakabeg, Iñaki Muñoz, Mari Lacruz, Oskar Vales, Joseba Arriaga e Iñigo Pérez, convencidos de que el Athletic tendrá sus opciones en el Pizjuán. «Todo es posible con esta camiseta», resumía sus sensaciones Vales con la letra de su hija, mientras que Lacruz añadía: «Nada es imposible, solo tardará más en llegar. A por ellos». Son dardos de ánimo que dispara un grupo de hombres deseoso de vivir una noche mágica. «Remontar esta eliminatoria sería como revivir lo de Old Trafford», escribió Arriaga.

Los mensajes cargados de optimismo también llegaban de Marsella, Lugo, Soria, Pamplona... «Aupa Athletic Beti. Mucha suerte leones, con vuestro esfuerzo e ilusión nos vais a dar otra alegría», redactaba Alkorta. «Vamos chavales, con el aliento y el ánimo de todos se conseguirá. Basilea, cada vez más cerca», escribía Iñaki Muñoz. Y el que reparaba en una de las noches más inolvidables de los últimos años fue David López. «Como aquel 3-0 en San Mamés, jugadores y afición juntos. ¡Podemos!». Entonces cayó el Sevilla en la semifinal de la Copa y hubo remontada en apenas media hora. Es lo que quiere repetir el equipo mañana, aunque tarde un poco más. Sabrá igual de bien, o mejor.