La nueva vida de Elustondo junto al Guggenheim
El exjugador de la Real Sociedad reside en un piso en el centro de Bilbao, conduce un Volkswagen y se apoya en Viguera y Balenciaga
ÁLVARO VICENTE
Sábado, 26 de septiembre 2015, 15:53
Dicen en Bilbao con cierta retranca que el fichaje de Gorka Elustondo (Beasain, 1987) está ya justificado y amortizado desde que el exjugador de la Real Sociedad marcó el gol decisivo que permitió al Athletic superar la eliminatoria ante el Zilina y acceder a la fase de grupos de la Europa League. Los aficionados del Athletic más optimistas, aquellos que ven a su equipo superando esta primera fase de grupos en las próximas semanas, traducen en más de seis millones de euros lo que Elustondo inyectará en las arcas de Ibaigane. Ese gol ha permitido que el aterrizaje de Elustondo en el Athletic haya sido menos traumático para su persona de lo que en un principio podía intuirse. No todos podían creer que el Athletic fuera a fichar a un suplente de la Real Sociedad. El guipuzcoano ha caído de pie en el vestuario rojiblanco, donde le han recibido con los brazos abiertos, especialmente Balenciaga y Viguera, en quienes se está apoyando en estas primeras semanas y a quienes conoce desde las categorías inferiores de la Real -con Balenciaga coincidió en el Sanse en la temporada 2006/07-.
Elustondo sigue siendo el jugador discreto que no rehuye un autógrafo y que atiende con una sonrisa a quienes se le acercan en Lezama o en cualquier calle de Bilbao. Quienes le están descubriendo, ven en él un chaval tímido que todavía pisa en terreno desconocido, pero, quienes le conocen desde que llegó a Zubieta con doce años, subrayan que nada ha cambiado; Elustondo sigue siendo el mismo.
El jugador del Athletic ha decidido fijar su residencia en el mismo Botxo y no en los alrededores de Getxo, donde residen buena parte de los jugadores rojiblancos. Elustondo vive de alquiler en un piso cerca del Guggenheim y la torre Iberdrola, en la postal del nuevo Bilbao. Desde su domicilio a San Mamés no tiene más de cinco minutos en coche y un cuarto de hora más a las instalaciones de Lezama por los túneles de Artxanda. Ha optado por esta zona porque Balenciaga reside también en estas calles del centro del Bilbao.
El de Beasain se mueve por las carreteras vizcaínas en el mismo Volkswagen Scirocco con el que acudía a Zubieta. Por el momento, este apasionado de los coches, ha dejado el Aston Martin en el garaje. Quizás porque, salvo Aymeric Laporte que conduce un Maserati, el resto de jugadores del Athletic no llaman la atención por los coches que conducen y Elustondo no quiere destacar por otros motivos que no sean futbolísticos. Esa discreción le lleva a no utilizar las redes sociales y a seleccionar muy mucho sus apariciones en público. "He venido a jugar a fútbol y más allá de que se hable más o menos, mi idea es trabajar desde la humildad y el compromiso", ha asegurado el futbolista.
El del domingo, siempre que sea convocado, será un partido muy especial para él. Lo era cuando jugaba en la Real y mucho más ahora que vuelve a Anoeta por primera vez con otra camiseta que no es la blanquiazul, con la que jugó 167 partidos -Liga (144), Copa (15), Champions (4) y Europa League (4)- y logró ocho tantos. "Es un partido que a todo jugador le gusta jugar porque el ambiente es especial y se viven momentos muy intensos", ha dicho del derbi.