

Nico Serrano, jugador cedido por el Athletic al Racing de Ferrol
Nico Serrano: «En Holanda hacía una llamada a la semana al psicólogo del Athletic, y me ha ayudado»Secciones
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Nico Serrano, jugador cedido por el Athletic al Racing de Ferrol
Nico Serrano: «En Holanda hacía una llamada a la semana al psicólogo del Athletic, y me ha ayudado»Nico Serrano es feliz en Ferrol, donde disfruta por fin de una cesión exitosa. Ha encontrado su sitio en A Malata tras dos malas experiencias en Miranda y Zwolle (Países Bajos).
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Javier Ortiz de Lazcano
– Estoy muy contento. He caído con buen pie y es lo que busca un jugador, tener ese equilibrio para jugar el máximo posible en una cesión.
– ¿Cómo explica este cambio con respecto a sus cesiones anteriores, en Miranda la pasada campaña y en el Zwolle de Países Bajos hasta enero, en donde jugaba poco?
– Es casi todo la confianza que tenga en ti el entrenador de ponerte y darte minutos. Aquí es lo que he tenido. En Miranda empecé jugando, pero a partir de la lesión ya no tuve continuidad de seguir titular. En Países Bajos me dijeron que iba a jugar más y al final no jugué de titular ningún partido. Aquí llegué y, aunque me lesioné del hombro a los dos minutos del segundo partido, me han puesto de titular y me va bien.
– ¿Siente que se ha ganado el derecho a quedarse en el Athletic la próxima temporada?
– Eso lo decidirán ellos, pero sí que es verdad que he acabado bien. Me pueden tener en cuenta. Con lo que decidan estaré de acuerdo.
– Le quedan dos años de contrato. ¿Con qué ánimo vuelve?
– Voy con el ánimo de poder ganarme un sitio allí, de intentar convencer al míster. Sí es verdad que las dos temporadas anteriores iba también con esas ganas e ilusión. Si no se da, no me vendré abajo y seguiré luchando para ganarme en el futuro un puesto allí.
– ¿Aceptaría una cuarta cesión o son demasiadas?
– Son bastantes, pero la aceptaría porque hay mucho nivel y todo lo que me venga bien para crecer estaré de acuerdo.
– Si hay algo que tiene bueno en los últimos tiempos el Athletic son las bandas. Están los Williams, Berenguer, Adu Ares, llega Djaló... Está muy complicado.
– El Athletic es un club grande y siempre vamos a tener competencia. Confío en mí y sé que puedo dar el nivel si me quedo. Y si no, otro año será. Pero voy con la convicción de quedarme.
– De haber otra cesión, ¿le gustaría volver a Ferrol o preferiría un Primera?
– Estoy centrado en el final de la temporada. Es hablarlo. Aquí estoy muy contento y me han hecho crecer. Lo tendría que valorar, pero es un buen sitio para volver.
– ¿Qué le dijo Valverde cuando le comunicó que iba cedido?
– Cuando debuté con Marcelino tuve un buen año. Tenía la esperanza de quedarme. Vino Valverde y me sentía muy bien en pretemporada. Me vine un poco abajo porque no me esperaba la noticia. Me llamó Valverde y me dijo que podía seguir creciendo con una cesión y tener más minutos. No me enfadé, pero la noticia te impacta un poco. Fui con motivación a Miranda. Empecé bien, pero a partir de la lesión tuve un año duro y difícil, el peor que he tenido en mi vida. Cuando volví sabía que me iba a decir otra vez de ir cedido porque no había jugado nada.
Tras la experiencia en Segunda pensaba que en el extranjero podía tener más posibilidades en un fútbol rápido. Tenía la convicción de ir allí, pero fue duro.
– Regresemos a Miranda. Joseba Etxeberria le llama para ficharle, pero a la hora de la verdad no juega tanto. ¿Cómo acabó con él?
– Al principio estaba muy contento porque me subió con 16 años a debutar con el Bilbao Athletic. Cuando me dijeron de ir cedido, lo tenía casi hecho con el Lugo. Había hablado incluso con el entrenador. Me llamó Etxeberria. Me dijo también que iba a jugar mucho, que confiaba en mí. Me decidí por Miranda. Empecé jugando. No me mintió. En noviembre tuve una lesión de tobillo. Como íbamos últimos, me hicieron forzar para jugar. Es algo que he aprendido, que hay que cuidarse más uno mismo. A partir de ahí todo fue mal. No tuve minutos. Hablé con él para jugar un poco más, pero tampoco fue el caso. Pero le tengo mucho cariño a Joseba.
– ¿Qué le pasó en Países Bajos?
– Un poco inexplicable porque fui con muchas expectativas. Había hablado con el club y el entrenador. Me adapté bien y con el inglés me manejaba. El entrenador me dijo que iba a jugar en cuanto llegara, pero no se dio. No jugué nada. No me dio explicaciones hasta que fui un día a hablar con él. Me dijo que debía estar siempre el cien por cien. Yo creo que lo estaba. En Holanda me quité Twitter (ahora X). Veía los comentarios y decían 'normal que no juegue porque estará entrenando súpermal'. Estuve siempre al cien por cien, pero no tuve minutos. Cuando salía eran cinco minutos. Tampoco lo hacía mal, pero no tuve continuidad. No estuve a gusto con el club porque me mintieron en alguna cosa.
– ¿En qué?
– Aparte de lo de los minutos me dijeron que me iban a poner un coche para moverme. Me dijeron que era gratis y luego me cobraban 2.000 o 3.000 euros al mes. Cuando venían mis padres al hotel, también decían que era gratis, me cobraban. Donde esté España, estás más a gusto.
– ¿Ha vuelto a Twitter, ahora X?
– No. No me lo pongo más, ni para lo bueno ni para lo malo. Me hago mis valoraciones y saco mis conclusiones en que debo mejorar.
– ¿Siente que ha madurado en este tiempo fuera?
– Sinceramente, sí. Antes me veía más niño. Me han dicho mucho lo del físico, que me faltaba para Primera. Igual era verdad. Lo he mejorado. Las cesiones me han hecho aprender mucho. He madurado bastante. He tenido que aprender a base de experiencias malas, pero he madurado mucho. Me ha hecho ser el Nico que estoy mostrando ahora aquí.
– ¿Lo peor de tanta cesión es que uno acaba dudando de sí mismo?
– Igual sí. He tenido muchas dudas, venirme abajo. He sufrido mucho, sobre todo en Miranda. Sufrí un montón. Igual hasta tuve un poco de depresión. Recaí dos veces de la lesión de tobillo. Iba al vestuario y estaba callado, algo que nunca me había pasado. Volvía a casa llorando cuando no jugaba. Lo pasé bastante mal. Volví y tuve una enfermedad.
– ¿Qué enfermedad?
– La del beso, que estuve muy jodido. Enlazas bastantes meses sin jugar y eso fue muy duro. Estaba siempre triste. Cuando salía al campo lo olvidaba e intentaba dar el cien por cien.
– Me dice que llegaba llorando a casa.
– Muchas veces cuando no jugaba o volvía de entrenar y no me sentía bien, llegaba a casa y me encerraba. Es lo peor que puedes hacer porque estaba sólo y le das muchas vueltas a la cabeza. No me puse con ningún sicólogo. En Holanda intenté aprender de eso y estuve hablando con el psicólogo del Athletic, que había coincidido en Villarreal conmigo. Lo hacíamos una vez a la semana por vídeollamada. Me ha ayudado un montón. Con él he dado con las claves para cambiar la mente.
– ¿Qué claves?
– Hay muchas cosas que puedes hacer, muchos entretenimientos por las tardes. En Holanda hacía inglés, quedaba con un compañero español, visitábamos sitios, hacía inglés. Hay otras cosas que he hecho para mejorar mentalmente, y estoy mejor.
– Y en Ferrol, ¿qué hace?
– Sigo haciendo inglés, doy paseos, quedo con alguien del equipo... Al final es salir de casa y no estar todo el rato dándole vueltas al fútbol, a por qué no juego. Simplemente con hablar con él y soltar lo que tienes dentro también te ayuda.
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