Marcelino, un técnico de prestigio que ya ganó la Copa
El técnico asturiano, que llevó a la cima al Villarreal y al Valencia, ha dicho en varias ocasiones que los árbitros benefician al Athletic
Publicidad
El Athletic ha fichado a un técnico con galones. Marcelino García Toral logró subir a Primera al Recreativo, al Zaragoza y al Villarreal, al ... que llevó a la Champions, lo mismo que hizo luego con el Valencia, club con el que ganó la Copa en 2019. En ese pasado como adversario del Athletic con distintas camisetas, el preparador asturiano (Villaviciosa, 55 años) dejó abierta una herida. En varias ocasiones denunció que los árbitros beneficiaban al conjunto bilbaíno. Ahora, Marcelino pasará a ser parte del Athletic, igual que antes recorrieron ese camino rivales tan pitados por San Mamés como Raúl García o Iñigo Martínez. El fútbol obra ese milagro.
Hijo de un maderero que vivía de talar y transportar eucaliptos a las fábricas papeleras, Marcelino se hizo futbolista en la cantera del Sporting. Debutó en la primera plantilla en 1985 y jugó 74 partidos en la Liga. Luego pasó, ya en Segunda División, por el Racing y el Levante antes de retirarse en el Elche en 1992 por una lesión de rodilla. Para iniciar su carrera como entrenador eligió al equipo de su pueblo, el Lealtad, en 1997. Después ingresó en el Sporting, primero en el filial y más tarde en el primer equipo, en sustitución de Maceda.
En 2005 subió al Recreativo de Huelva a Primera. Dos años después llevó al Racing a la UEFA. En 2008, con el mejor sueldo entre los entrenadores españoles, logró el ascenso a la máxima categoría del Zaragoza, donde fue destituido tras una derrota ante el Athletic. Pasó por el Racing. En Santander brilló pero se enfrentó al propietario, Ahsan Ali Syed, y acabó en el Sevilla. No le fue bien. Su despegue llegó en 2013 con el Villarreal. Lo convirtió en un conjunto de autor. Marcelino declaró en una ocasión que le aburrían los equipos con «el 80 por ciento de la posesión que sólo tiraban tres veces a puerta». Su modelo es otro: crear el mayor número de ocasiones. Rápido y efectivo. Sin tiempos muertos.
Publicidad
Al mando del Villarreal alcanzó la Liga Europa y se enemistó con uno de sus ídolos, el técnico alemán Jurgen Klopp, entrenador del Liverpool. El preparador germano admitió en público que Marcelino es un «gran entrenador, pero...». Y añadió: «No me gustaría ser como él ni un segundo». Eso le pasa al asturiano. Nadie pone en duda su valía profesional, aunque sí su manera de ser. Y eso que él se definió en una entrevista en 'El País' como una «persona sincera por encima de todo y respetuosa».
En 2017 se puso al frente del Valencia. Acabó cuarto la Liga y metió al equipo en la Champions. Inició un camino de éxitos que culminó con el título de Copa ante el Barça en 2019. Eso, paradójicamente, fue su perdición. Los propietarios del club presidido por Anil Murthy le recriminaron que se había centrado en la Copa y que ese gasto había debilitado al equipo en la Champions, la gran fuente de ingresos. A eso se sumó la venta de jugadores como Rodrigo. El Valencia entró en derribo y Marcelino fue destituido. «El club quería que tirara la Copa», denunció el técnico en su despedida. Siempre ha tenido un punto de rebeldía. En Valencia quedó su obra incompleta.El vestuario, eso sí, estaba rendido a él.
Publicidad
Cifras
-
55 años , nacido en Villaviciosa (Asturias) y formado como futbolista en el Sporting.
-
2019 en esa temporada ganó la Copa del Rey con el Valencia, al superar al Barça (1-2).
La polémica
Desde entonces ha sonado para ocupar banquillos como el del Celta. Pero no es un entrenador barato y la pandemia ha vaciado el bolsillo de los equipos. Entre los más solventes está el Athletic. La destitución de Gaizka Garitano abre las puertas de San Mamés a Marcelino, que tendrá que cargar, al menos al principio, con su pasado como rival acérrimo del conjunto rojiblanco. En Bilbao se recuerdan declaraciones como las que hizo en enero de 2008 cuando dirigía al Racing, rival del Athletic en los cuartos de final de Copa.
«El juego del Athletic es muy simple», dijo tras ganar 2-0 en la ida. Eso calentó el ambiente. Y más subió la temperatura cuando antes del choque de vuelta declaró: «Ojalá el arbitraje para el Racing sea como el que tuvo el Athletic en El Sardinero». El conjunto cántabro logró la clasificación después de que no se sancionara un penalti sobre Gabilondo. «No queremos hablar de los colegiados, pero estamos en un mundo en el que parece que el que no llora, no mama», denunció Joaquín Caparrós, técnico entonces del Athletic.
Publicidad
«El club quería que tirara la Copa», denunció cuando fue despedido del Valencia tras lograr el título
Personalidad
No le gustan los equipos que tienen mucha posesión de balón y apenas generan ocasiones
Método
El segundo encontronazo es más reciente, de la temporada 2013-14, con Marcelino en el Villarreal y Valverde al volante del Athletic. El preparador asturiano le atizó al conjunto bilbaíno tras un partido entre el Villarreal y el Betis (1-1). Los sevillanos protestaron por el arbitraje y Marcelino les respondió así: «El Betis se tiene que quejar del partido del Athletic (habían jugado la semana anterior). Al Athletic le benefician los árbitros muy a menudo». Luego dio un paso atrás y dijo que no se le había entendido bien.
Dos semanas después, el Villarreal y el Athletic se cruzaron en la Liga. Valverde replicó: «A veces escucho a gente hablando de los árbitros y me parece que está haciendo el ridículo. Yo de lo que me tengo que preocupar es de mi equipo». Todas estas declaraciones forman parte de la memoria reciente del fútbol, tan olvidadizo cuando el antiguo adversario se pone de tu lado.
Publicidad
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión