Maroan agota a los legionarios de Ranieri
El delantero rojiblanco forzó la roja de Hummel tras un robo de balón y rozó el gol en un par de claras ocasiones
Maroan ya dejó claro en su debut con el Athletic hace poco más de un mes -8 de febrero- ante el Girona que es uno de esos futbolistas que tiene ángel. Dispuso de 30 minutos en su bautismo en el fútbol de élite y se metió en el bolsillo a la afición rojiblanca, algo que no está al alcance de muchos. El único fichaje invernal de Ibaigane tuvo un impacto inmediato, pero ya avisó que no se conformaba. «Esto sólo es el principio», aseguró. Y parece dispuesto a cumplir su palabra al pie de la letra.
De primeras, además de ganarse a la grada, parece que su entrega, movilidad y capacidad para fijar a los defensas también ha convencido a Ernesto Valverde. El de Viandar de la Vera, salvo en una ocasión desde la llegada del exdelantero del Barakaldo -ante el Mallorca en San Mamés el pasado domingo jugó Guruzeta de inicio-, siempre que ha jugado con un nueve puro -en el Metropolitano ante el Atlético situó a Berenguer de falso delantero- ha apostado por el 'Elefante Africano', apodo que le puso Bittor Llopis cuando estaba en la cantera del Alavés.
En Europa, pese a su escasa experiencia, también. Salió de inicio en el Olímpico en la ida de los octavos de la Europa League ante la Roma y volvió a ser de la partida ayer en La Catedral en busca de la remontada. Y esta vez tuvo un papel relevante. El Athletic no encontraba la forma de superar el entramado defensivo del conjunto italiano en los primeros minutos. Lo intentaba una y otra vez con centros templados de los hermanos Williams que no representaban ningún problema para los legionarios del veterano Claudio Ranieri.
Valverde decidió sustituirle a falta de 13 minutos y San Mamés le despidió con una ovación
Pero en el minuto once llegó la jugada que probablemente marcó la eliminatoria y que tuvo a Maroan como protagonista. El delantero rojiblanco, incansable en el esfuerzo, recuperó un balón en el centro del campo aprovechando un error de Hummels a la hora de sacar el esférico desde atrás y se fue como un ciclón hacia la meta rival. El central alemán intentó cortar su avance, pero derribó al rojiblanco y el colegiado le enseñó la roja directa.
A Maroan, que se fajó con los defensas italianos hasta prácticamente dejarles extenuados, le faltó solo la guinda del gol para cerrar una noche brillante. Y no fue porque no tuvo oportunidades. La primera llegó a los veinte minutos después de otra pérdida de los italianos en tres cuartos de campo. Unai Gómez filtró el balón para el delantero vitoriano, que ante la salida a la desesperada del meta Svilar remató fuera cuando la grada cantaba ya el primer tanto del Athletic.
Choque de puños
Ese error ni mucho menos descompuso al delantero, que continuó bregando sin desmayo con sus marcadores y en el minuto 34 dispuso de otra clara ocasión para abrir el marcador. Recibió el balón en el corazón del área y su disparo raso y con intención se encontró con una gran respuesta del meta giallorosso. Parecía que no había manera de romper el muro italiano.
Pero finalmente la insistencia del Athletic tuvo el merecido premio. Fue al filo del descanso, tras un centro desde la izquierda de Iñaki Williams. Una vez más Maroan apareció en la imagen. El vitoriano, una pesadilla para la Roma ayer, se fajó para intentar rematar de cabeza en el primer palo. No lo consiguió, pero el cuero, tras dar en el neerlandés Rensch, llegó a los pies de Nico que remachó a placer antes del descanso.
A la vuelta de vestuarios, Maroan chocó puños con varios compañeros antes de saltar al césped convencido de la remontada. Estaba en lo cierto. Valverde decidió sustituirle a falta de 13 minutos para el final, pero para entonces ya había hecho su trabajo. Había agotado a los legionarios de Ranieri. San Mamés le despidió con una ovación atronadora.
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