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El Manchester United ha renunciado hace tiempo a la Premier y tiene todos los sentidos puestos en la Europa League, donde acaba de eliminar ... al Olympique de Lyon en un partido loco para citarse en las semifinales con el Athletic. Es su única ventana con vistas a un futuro mejor en clave continental -el ganador va a la Champions- y de salvar una temporada horrible, de complicada explicación, tan mala que solo podría blanquearla un triunfo en el segundo torneo europeo. Los 'diablos rojos' perdieron este domingo en casa contra el Wolverhampton (0-1), se hundieron un poco más en su liga y son decimocuartos, con apenas dos puntos de ventaja sobre el decimoséptimo (West Ham). Lo bueno es que el descenso está lejos -sacan 17 puntos al Ipswich-, por lo que no deben preocuparse de ello sino de los bilbaínos.
El United no termina de encontrarse ni de recuperar el brillo de un gigante de Europa, perdido entre entrenadores mediocres, fichajes estrafalarios y abonado a las migajas. En esta Premier presenta un balance de diez victorias, ocho empates y 15 derrotas, con 38 goles a favor y 46 en contra en 33 jornadas. También se quedó fuera de la FA Cup, eliminado por el Fulham, y del EFL Cup, superado por un también desastroso Tottenham. De hecho, solo ha ganado tres de sus últimos 11 encuentros: a la Real Sociedad -los donostiarras fueron muy perjudicados por el arbitraje-, al descendido Leicester y al Olympique de Lyon en la prórroga. Así que los 'diablos rojos' solo tienen ojos para el Athletic y la Europa League.
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