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Manchester United-Athletic: Los 'Bielsa babes' asaltan Old Trafford
Manchester United, 2-Athletic, 3

Los 'Bielsa babes' asaltan Old Trafford

El Athletic logra una victoria histórica en casa del United, donde hizo méritos para golear con un fútbol exuberante

Jueves, 8 de marzo 2012, 23:00

Si la victoria en la Premier de 1956 supuso el nacimiento de los 'Busby babes', el Manchester United más legendario de la historia, el 8 de marzo de 2012 podría señalarse como la fecha de nacimiento en el viejo Old Trafford de los 'Bielsa babes'. Hablamos de un fantástico equipo del que seguro que se sintieron orgullosos todos los mitos del Athletic que hace 55 años disputaron en esta misma ciudad una eliminatoria de Copa de Europa inolvidable. También lo fue el partido de ayer, que los rojiblancos gobernaron con un fútbol modélico y una altura competitiva exuberante. La victoria por 2-3, la primera que consigue el Athletic en Inglaterra en toda su historia, deja bien encaminada una eliminatoria que se resolverá el próximo jueves en otro duelo a muerte. Pero nadie puede discutir que debió ser mayor. Los rojiblancos bien pudieron dejar visto para sentencia el pase a cuartos de la Europa League con una goleada que merecieron por su juego. Sólo un imperial De Gea lo impidió. Podría haber elegido otro día para consagrarse el portero madrileño, cuyo padre tanto admira a Iribar; pero así es el fútbol.

Ni el imponente escenario, ni un rival con más medallas en el uniforme que un general ruso, impresionaron al Athletic, que salió con su ambición de costumbre y en el minuto 3 presentó sus credenciales con un derechazo de Llorente que se marchó fuera por poco. Da gusto la fiabilidad de los rojiblancos en lo que a su voluntad de juego y de combate se refiere. En esto nunca defraudan. Muy pocas veces en su larga historia se ha visto un Athletic con esta personalidad. Mejor no discutir sobre el tiempo en el que no se veía a este equipo jugar al fútbol a un nivel semejante. Mucho, sin duda. La primera parte fue toda una exhibición del poderío de los 'Bielsa babes'. Su único error les costó un gol, porque así de caras salen esas cosas en Old Trafford, pero el equipo se rehizo sin problemas. Se podría decir que siguió a lo suyo, a tocar y a jugar al ritmo que marcaban Iturraspe y Herrera, ambos perfectos.

El gol de Llorente en el minuto 43 no es que hiciera justicia sino que reparó lo que era todo un accidente del juego. Porque los pupilos de sir Alex Ferguson aparecieron lo justo en la primera parte y algo más, pero tampoco mucho, en la segunda. Con Carrick, tantas veces su brújula, en el banquillo, el Manchester nunca encontró el hilo y apenas inquietó la portería de Iraizoz. Algunos detalles del gran Giggs, algunas carreras de Young por la derecha... No parecían, la verdad, muy ilusionados los diablos rojos disputando un partido de la Europa League. Los jueves no son su día. Y menos ante un magnífico rival que les retaba sin ningún temor y al que quitarle el balón suponía un esfuerzo titánico. De este modo, la superioridad del Athletic fue incontestable. Las ocasiones fueron llegando gota a gota a la portería de David de Gea. Susaeta primero, luego Llorente, al que en el minuto 18 le hicieron un penalti tan grande como la tribuna Stetford End; después Iraola con un zurdazo, más tarde Susaeta en un globo que se le fue fuera de milagro... A nadie en el viejo Old Trafford pudo extrañarle el empate del Athletic, muy superior al Manchester. Hasta escribirlo produce un pellizco de incredulidad, pero es que esa era la realidad; una maravillosa realidad que siguió constatándose tras el descanso.

No era un sueño más del teatro de Old Trafford. Los primeros minutos de la reanudación, de hecho, fueron un monólogo del equipo de Bielsa, al que sólo le faltó afinar la puntería. En apenas cuatro minutos se desperdiciaron hasta tres claras oportunidades para hacer el 1-2. De que no llegara tuvo mucha responsabilidad David de Gea, impresionante en dos paradones a Muniain y Llorente que le terminaron de bendecir ante la afición del United.

Los de Ferguson se rehicieron de ese absoluto desconcierto con la entrada de Carrick por Smalling, que fue una casualidad (el central se lesionó) más que un hallazgo del técnico escocés. Pero ni siquiera eso les sirvió para igualar el pulso ante un Athletic que disfrutaba en el campo. Es difícil hablar de disfrute cuando uno se está machacando y tiene las pulsaciones por las nubes, pero puede suceder. Es cuestión de armonía, de sentirse feliz haciendo bien tu trabajo, orgulloso de tus compañeros y de lo queestán construyendo juntos. Disfrutó el Athletic ayer en el mejor escenario posible e hizo disfrutar a una hinchada que le acompañó como nunca y vivió una noche de fútbol memorable.

Ninguno la olvidará. La afición del Manchester tuvo que rendirse a la evidencia y reconocer la superioridad de su rival, al que sólo De Gea y la mala fortuna le libraron de una goleada escandalosa. El primero con otras dos paradas formidables a tiros de Muniain y Toquero, que salió al final por Llorente. Y la segunda, con una mano de De Marcos dentro del área que supuso el 2-3 en el tiempo de descuento. Porque para entonces, el propio De Marcos y en el minuto 89 Muniain habían ya colocado en el marcador del Teatro de los Sueños un 1-3 que reivindicaba el fútbol de un Athletic con hambre de hacer historia.

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