Los males del curso pasado amenazan a Marcelino
Aunque el Villarreal firmó un gran arranque, los dos últimos partidos ligueros y la eliminación copera han hecho que se enciendan las alarmas
Aunque firmó un comienzo de temporada ilusionante, los últimos tres partidos del Villarreal han despertado cierta preocupación al reaparecer errores recurrentes de la anterior campaña. ... Marcelino se hizo con las riendas del equipo hace poco más de un año y su trabajo en este tiempo es digno de elogio. Cogió una plantilla desnortada y mal confeccionada y logró eludir cualquier fantasma del descenso -terminó en una holgada octava posición-. El club se reforzó bien este verano y su prometedor arranque le ha situado como un claro candidato a la cuarta plaza, una lucha en la competirá precisamente con el Athletic.
Sin embargo, los últimos dos partidos de liga despertaron murmullos y la eliminación copera ante un segundo RFEF como el Pontevedra ha encendido las alarmas. Frente a Osasuna realizó una primera parte muy floja y tuvo que reaccionar en la segunda, y lo contrario sucedió ante el Girona, donde el submarino desperdició una ventaja de dos goles. La derrota en Copa preocupa principalmente por la falta de ambición mostrada por el equipo, que se asemejó al de los primeros meses del pasado curso. En definitiva, a los castellonenses les falta regularidad.
Sistema y modelo de juego
Marcelino es fiel al 4-4-2 que le caracteriza. Los roles en las bandas son, eso sí, diferentes. Baena ejerce casi como centrocampista, pisando mucho las zonas interiores, pero en la derecha Pino, Pépé o Ilias han sido claros extremos. Sin balón el Villarreal presiona de forma inteligente, distinguiendo cuando debe ir con el bloque alto y ser muy agresivo, o retrasarse un poco, permitir los primeros pases y tratar de condicionar la posesión rival llevándola hacia las zonas que le interesan. Tras recuperar la posesión suele buscar las transiciones rápidas. Con el balón tienen muy interiorizadas esas combinaciones, que buscan desarbolar la defensa rival con toques rápidos y jugadores que ataquen el espacio. En Lezama se pudo ver a Marcelino trabajando ese apartado del juego. En sus momentos de mayor inspiración y cuando puede contar con sus mejores futbolistas, el Villarreal es un equipo muy peligroso en ataque por la cantidad de recursos que dispone.
Defensa
Aunque el Villarreal pagó una gran cantidad por Luiz Junior (1) ha sido Diego Conde (13) quien se ha asentado en la portería. Las largas lesiones de Foyth (8) y Pedraza (24) han obligado a Marcelino a confiar en Kiko Femenía (17) para la derecha y Sergi Cardona (23) para la izquierda. Como alternativas están el canterano Pau Navarro (26) y Juan Bernat (12), llegado este verano desde el PSG. En el centro de la zaga Logan Costa (2) y Albiol (3) han sido la pareja más habitual, aunque también se ha podido ver a Eric Bailly (4). El joven Kambwala (5) es la otra opción, pero solo ha tenido una oportunidad como titular.
Medio campo
Seis futbolistas componen el medio campo del Villarreal, pero los minutos se han repartido mayoritariamente entre cuatro de ellos. Parejo (10) sigue siendo el timón del equipo escoltado por dos futbolistas con mucha energía como Comesaña (14) o Pape Gueye (18). Escorado a la banda ha jugado Baena (16), un futbolista que jornada tras jornada muestra su gran talento y su enorme proyección. Denis Suárez (6) ha vuelto en las últimas semanas y el joven Terrats (20) ha sido una opción habitual desde el banquillo.
Delantera
Marcelino cuenta con una delantera de lujo, pero las constantes lesiones de ciertos jugadores han condicionado sus elecciones. Ilias (11), que estaba dejando grandes minutos, no jugará más esta campaña, por lo que las opciones para las bandas se reducen a Yéremy Pino (21) y a Nicolas Pépé (19), que también es baja al menos hasta enero. En la punta de ataque la buena noticia es la recuperación de Ayoze (22), que debería formar con Gerard Moreno (7) la delantera titular del equipo, dejando al joven Barry (15) como revulsivo.
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