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Machín, técnico del Espanyo.l Efe
Athletic- Espanyol (mañana, 20 horas)

Machín dota al Espanyol de solidez para sacarlo del pozo

El técnico soriano ha rescatado el sistema de tres centrales que le funcionó en el Girona y el equipo ha respondido con un mejor rendimiento

á. m. franquet

Lunes, 28 de octubre 2019, 21:15

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En apenas 15 días en el cargo, Pablo Machín le ha dado un aire nuevo al Espanyol con la misma receta que le dio frutos en su etapa al frente del Girona. El técnico soriano ha rescatado su sistema táctico de tres centrales para dotar de seguridad defensiva a un equipo con urgencias para mantener su portería a cero. Tras perder el primer encuentro, en los dos siguientes el rival de mañana del Athletic ha roto su mala racha y ha encadenado dos victorias seguidas, el jueves pasado en la Europa League, y el domingo en el campo del Levante.

Naldo, Bernardo y David López forman el trío que cierra la defensa por el centro. Con esos tres centrales, Pablo Machín consigue un fútbol más vertical y más práctico. Se busca la portería contraria con más velocidad y la posesión pasa a segundo plano. Se elabora, pero no tanto como pedía David Gallego a sus jugadores.

Una de las ventajas del técnico es que puede contar en el centro de la defensa con una de las piezas clave del equipo, David López, que ha regresado tras seis largos meses lesionado. Los laterales Víctor Gómez, por la derecha, y Marc Pedrosa, por la izquierda, tienen mucho espacio para recorrer en ataque, ya que Machín les da vía libre para atacar y sumarse al centro del campo para conseguir superioridades.

De hecho, el esquema en ataque pasa a un 3-4-2-1 con muchos efectivos ofensivos. Tiene mucha verticalidad y sale fácilmente con la pelota controlada. Pero eso implica que los laterales se desgasten por acumulación de kilómetros, porque su tarea es vital en este sistema. En un desplazamiento duro como el del campo del Levante, la afición del Espanyol se ha convencido de las bondades de este sistema que ha aportado solidez.

Dejar la portería a cero para Machín es un primer triunfo, la primera piedra para que el equipo crezca. «Prefiero ser eficaz a ser vistoso o preciosista», dejó bien claro antes de jugar contra el Levante. Cuando su equipo se asiente, ya buscará algo más de juego. Porque de momento, salir del pozo es prioridad absoluta.

El vestuario periquito está contento con los primeros pasos del nuevo entrenador y cómodos con este cambio de sistema. En los tres partidos que Machín ha dirigido hasta el momento se han sentido superiores. Perdieron ante el Villarreal, pero tuvieron sus opciones, mientras que ante el Ludogorets en Europa y el Levante tuvieron sensaciones positivas.

Eso sí, el punto débil del sistema de Machín es el ataque. Ahora cuesta más marcar goles, aunque el equipo crea ocasiones. Y para eso ya pide un goleador para este mercado de invierno. Espera fichar un delantero centro de verdad, que asegure los goles de Borja Iglesias, que se marchó en verano rumbo al Betis pero que no tuvo un recambio de sus características, porque Vargas y Facundo Ferreyra son más bien mediapuntas con llegada y gol. El argentino Jonathan Calleri tendría que ser ese delantero centro, pero las lesiones no le han permitido tener los minutos necesarios para demostrarlo. El goleador chino Wu Lei tampoco está aportando lo que se esperaba en su segunda temporada en Barcelona.

Para compensar la falta de gol, este nuevo Espanyol se apoya mucho en las jugadas de estrategia. Víctor Sánchez es el encargado de los lanzamientos a pelota parada, y así logró su gol Bernardo en el campo del Levante el domingo, pero además crearon tres o cuatro jugadas igual de peligrosas.

La llegada de Víctor Gómez

Todo entrenador nuevo intenta recuperar a jugadores que no contaban con el anterior y Machín lo ha hecho en los casos del central Bernardo, al que conocía del Girona, y del centrocampista Sergi Darder. Encima tiene en el joven Víctor Gómez un gran hallazgo. En apenas dos partidos de Liga, el joven lateral derecho ha sorprendido con su rendimiento en defensa y su verticalidad al subir la banda.

Gómez jugará en San Mamés y se pellizca pensando en jugar en ese escenario. «¡Quién me lo iba a decir! Tenemos que centrarnos en este partido de Bilbao, que será duro, aunque iremos a por la victoria. Tendremos que luchar mucho para conseguir los tres puntos», declaró ayer en rueda de prensa.

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