Ludogorets 1-2 Athletic
El Athletic sale del paso con dos destellosLos rojiblancos, reactivados en la segunda parte con la entrada de De Marcos y Nico Serrano, remontan a un correoso Ludogorets y encaminan su pase a los octavos
Unos días de una forma y otros de otra, el Athletic continúa por el buen camino en la Europa League. Ante el Ludogorets, que se ... presumía un rival tirando a flojo, los rojiblancos no dieron una versión brillante ni mucho menos, pero supieron salir del paso, reaccionar mediada la segunda parte y acabar remontando un partido que se les complicó con un gol en contra a los veinte minutos. Al equipo de Valverde, muy bien encaminado tras estos cuatro primeros partidos europeos para pasar directamente a los octavos, le salvó su fondo de armario y el acierto de los cambios de su técnico. La entrada en el minuto 55 de Vesga, De Marcos y Nico Serrano, sobre todo de estos dos últimos, le dio al Athletic otro aire, mucho más pujante. Ambos jugadores, de hecho, fueron protagonistas en los dos goles de la victoria, ambos seguidos, en los minutos 73 y 74: el de Laguardia dando la asistencia a Iñaki Williams desde la banda y el de Pamplona con un gran zurdazo, marca de la casa, tras recibir un balón de Unai Gómez, otro que acababa de saltar al campo.
Necesitaba Nico Serrano un partido así y el chaval aprovechó la oportunidad. La cogió al vuelo, como un camaleón la mosca. Desde el principio, nada más entrar en lugar de un Djaló nuevamente desdibujado, se le vio con ganas de armarla. Y sucedió con él algo curioso que suele verse a veces en el fútbol: cómo un equipo empieza a buscar una y otra vez a un futbolista que es de los que menos cuenta para el entrenador. Es decir, un jugador al que, en principio, un equipo no debería encomendarse en una situación complicada. Pero es que eso, la jerarquía, les importa un pimiento a sus compañeros. Los futbolistas detectan el talento con la precisión de un radar láser, y se entregan a él. Es lo que hizo el Athletic: buscar sin contemplaciones en la banda derecha, a pierna cambiada, al segundo de los Nico, cuyo papel va a aumentar de ahora en adelante con toda seguridad.
Ludogorets
Padt, Witry (Gropper, m.85), Verdon, Almeida, Son, Yordanov (Chochev, m.85), Rwan Seco, Duarte, Marcus (Rusev, m.74), Rick y Duah.
1
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Athletic
Agirrezabala, Gorosabel (De Marcos, m.56), Vivián, Paredes, Yuri, Galarreta (Unai, m.68), Prados (Vesga, m.56), Iñaki, Berenguer,Nico W. (Herrera, m.84) y Djaló (Nico,m.56).
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Goles: 1-0, m.20: Marcus. 1-1, m.73: Iñaki. 1-2, m.74. Serrano.
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Árbitro: Anastasios Papapetrou (Grecia). Amonestó a los locales Rick, Seco y Rusev, y a los visitantes Yuri, Vivián, Serrano y Vesga.
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Incidencias: 9.725 espectadores en el Ludogorets Arena.
El Athletic comenzó el partido con una volea alta del pequeño de los Williams a los 22 segundos. Fue inevitable considerarlo una jugada prometedora, pero lo cierto es que no tuvo continuidad. Lejos de someter a su rival, los rojiblancos acabaron metiéndose en un pulso igualado y anárquico. Tenían más posesión, pero no sabían aprovecharla. Sólo Berenguer y Nico Williams ponían un poco de veneno. Los demás no sacaban la cabeza. Iñaki Williams no estaba acertado y Djaló, de nuevo como delantero centro, volvía a decepcionar, en apariencia incómodo, fuera de sitio, sin confianza. Como Prados no encontraba su sitio, Galarreta no encontraba rendijas y los laterales no aportaban nada en ataque –Gorosabel, además, comenzó a liarla–, la versión del equipo de Valverde se fue haciendo cada vez más gris.
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Es cierto que todo pudo cambiar en el minuto 19, cuando Iñaki Williams desperdició una ocasión clamorosa en un córner. Sólo tenía que empujarla de volea, a un metro de la línea de gol, pero no supo bien dónde estaba y, mal orientado, la tiró fuera. La pifia, por supuesto, hizo inevitable recordar lo ocurrido ante el Betis y temer si la maldición todavía continuaba. El caso es que el Athletic no pudo adelantarse en el marcador y, dos minutos después, se encontró en un escenario insospechado: perdiendo. Marcus pilló un despeje de córner fuera del área y le salió un remate a botepronto tremendo. El VAR tuvo que ratificar la validez del tanto –el linier pitó fuera de juego– y lo hizo.
Inferioridad
Hasta el final de la primera parte, el Ludogorets se sintió a gusto en el campo. Los búlgaros se aprovechaban de un centro del campo laborioso y de futbolistas verticales como Rick, Marcus, Rwan Seco y Duah. A Jovicevic, un hombre expansivo y simpático, se le veía muy contento en el área técnica. Eso sí, no pudo evitar algunos gestos de desesperación cuando su equipo perdonó el 2-0. Ocurrió en dos ocasiones, tras sendos errores de Gorosabel, que se fue de Bulgaria muy señalado. El segundo fue una pérdida irritante en el tiempo añadido. Duah y Marcus, sin embargo, dejaron vivo al Athletic. Y lo pagaron caro.
Los rojiblancos sufrieron en defensa todo el partido y casi reciben el 2-2 en el tiempo descuento
No es que los rojiblancos protagonizaran una gran reacción basada en un fútbol mucho lúcido y dominante. Es más, volvieron a sufrir como bellacos en defensa –Duah tuvo de nuevo en sus botas el 2-0 en el minuto 50– y no terminaron de asentarse, como si les encogiera la fría tarde búlgara. La situación empezó a ser una emergencia, se oían a los lejos las sirenas, y Valverde no se anduvo con rodeos. Prescindió de Gorosabel, Prados y Djaló, y dio entrada a De Marcos, Vesga y Nico Williams. De haber estado en condiciones Oihan Sancet es muy probable que el exjugador del Mirandés y el Racing de Ferrol se hubiera quedado en el banquillo. Pero así se escribe la historia.
Fue un partido muy movido y anárquico que el Athletic supo ganar con dos golpes muy seguidos
El chaval saltó al campo, con el fusil de su zurda al hombro, y fue decisivo en una remontada que se hizo esperar. Hubo que sufrirla. Paredes, de hecho, evitó un gol pasada la hora. Iñaki Williams comenzó con los destellos en el minuto 73. Gran control orientado y misil con la derecha cruzado, imposible para Padt. Aunque no había estado acertado hasta entonces, ya se sabe que el segundo capitán del Athletic nunca desiste. Su gol abrió el camino para un victoria que volvió a peligrar en el descuento, esta vez con un error de Berchiche que por suerte el mismo reparó interponiendo su pecho en la trayectoria del balón.
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