Llega la hora de las estrellas

Para lo que sí han servido estos dos partidos es como toque de atención ante una realidad que se va a hacer más evidente a medida que transcurra la temporada y se vaya acumulando el desgaste de un calendario muy duro al que el Athletic no está acostumbrado. Nos referimos a la necesidad de que los jugadores diferenciales del equipo muestren su mejor versión. O al menos una que se le acerque. Digámoslo con claridad: las rotaciones son obligadas y están funcionando muy bien, sólo hace falta ver los resultados del equipo en la Liga y en la Europa League, pero a medida que se acumulen los esfuerzos y el calendario empiece a apretar como una soga, tendrán que aparecer las estrellas.

Es algo que sucede en todos los equipos, incluso en los que disponen de plantillas más bien provistas que el armario zapatero de Imelda Marcos. Y es que, al final, por mucho que el trabajo de todos los jugadores sea esencial, las diferencias siempre las marcan unos pocos, de sobra conocidos. En el caso del Athletic, dos de ellos, Ruiz de Galarreta y Oihan Sancet, no han podido jugar ni contra el Logroñés ni contra el Barça, dos partidos en los que Nico Williams tampoco ha sido titular, como no lo fueron Iñaki Williams y Berchiche en Las Gaunas y De Marcos el pasado miércoles en Yeda.

Los dos primeros, 'Galaxy' y Sancet, merecen un apartado especial por lo que tienen de futbolistas únicos, sin un relevo de sus mismas características en la plantilla. Las cosas como son: cuando no juegan, el equipo es otro. Nadie dice que siempre sea obligatoriamente peor. Recordemos, por ejemplo, el gran partido contra el Espanyol con un Berenguer inmenso sustituyendo a Sancet. Pero en general lo es. Sin ellos es como si el Athletic tuviera menos altura competitiva, algo que se siente de un modo especial ante los rivales más potentes. El miércoles se vio de forma meridiana. ¿O acaso no echó de menos el equipo de Valverde la calidad del eibarrés en la distribución y la imaginación y talento del navarro en la media punta?

En fin, que cuanto más jueguen ambos, mejor. Y lo cierto es que las lesiones -otro producto de las apreturas del calendario- se lo están impidiendo. Galarreta sólo ha sido titular en 17 de los 27 partidos que ha jugado el Athletic esta temporada. Es el duodécimo futbolista en minutos de la plantilla cuando la pasada fue el octavo. Jauregizar y Prados, de hecho, han jugado más que él. Oihan Sancet, por su parte, intervino en 38 de los 46 partidos del curso anterior; es decir, en un 82%. (Y no hay que olvidar que se perdió dos al comienzo del campeonato por sendas expulsiones ante Osasuna y el Getafe y las cinco últimas jornadas por lesión). Esta temporada, en cambio, su presencia está siendo menor, un 74%. Se ha perdido 7 de los 27 partidos disputados. Y eso que el hombre ha aprendido y ha sabido librarse de los castigos de las tarjetas (sólo ha visto dos amarillas).

Otro caso interesante es el de Nico Williams. Lo cierto es que está jugando un poco menos -es el séptimo en minutos cuando la pasada campaña fue el quinto-, pero esto no es lo importante. Las rotaciones siempre amplían el reparto de minutos. Lo que tiene relevancia es que el pequeño de los Williams no está ofreciendo el nivel que se espera de él, es decir, de un jugador convertido ya en una estrella a nivel europeo y en un icono mediático. Nadie discute su importancia en el equipo y el gran impacto que tiene en el juego. Los rivales brindan con champán cuando él no está y algunos laterales es probable que hasta hagan promesas a la Virgen para no encontrarse con él. Pero esto es una cosa y otra muy diferente es no constatar que sus cifras son pobres: 2 goles y 3 asistencias. De hecho, su hermano Iñaki Williams, que de las estrellas del equipo es la única que nunca se ausenta y las más regular, por mucho que en algunos partidos como el último su falta de puntería sea irritante, supera con creces los números de su hermano: 5 goles y 4 asistencias.

Hay otros jugadores sobre los que hay que poner el foco porque su rendimiento en los próximos meses va a tener una gran influencia. Pensemos en De Marcos, al que ahora se le echa más de menos cuando descansa que hace unos años cuando no tenía necesidad de descansar. O en Berchiche, cuarto jugador en minutos, que está rindiendo a un gran nivel. Con el rendimiento de Vivián no hay ninguna duda, como tampoco con la aportación de Berenguer, quinto futbolista en minutos. Quien sí está despertando más dudas es Guruzeta. Es cierto que ya suma 6 goles y 4 asistencias pero su juego no está siendo tan regular e impactante como la pasada temporada. Por supuesto, sería una noticia extraordinaria que lo fuera.