Una victoria que revitaliza al Athletic
Una vez reconducida la ansiedad, disfrutemos con lo que está por venir en Europa
A veces hay que contar una historia personal, y esta es la ocasión. A mi mujer no le gusta el fútbol ni lo entiende, pero ... miren por dónde, esta vez se animó a ir a San Mamés. No lo había hecho desde hace décadas. Me acompañó entonces a un partido de Liga contra la Real Sociedad en la tribuna Este del antiguo San Mamés. Marcaron los donostiarras nada más comenzar y el Athletic acabó remontando. Fue un partido eléctrico con el ambiente de las grandes ocasiones. Cuando los nuestros consiguieron el segundo, para darle la vuelta al marcador, se levantó del asiento para cantar el gol como un resorte, y yo, acostumbrado a la postura estoica que hay que mantener en las tribunas de prensa, para guardar las formas, me quedé asombrado. «Me he contagiado», me dijo.
Así que cuando el Qarabag marcó en el primer minuto y todos nos quedamos fríos, yo ya sabía que, con mi mujer al lado, se repetiría la historia. Y es lo que por fortuna sucedió en un San Mamés de Champions. El ambiente fue tan especial como aquel día ya lejano, y el Athletic, por supuesto, lo dio todo para conseguir su primera victoria en la Champions, que es revitalizante, y no solo para la competición europea, sino también para la Liga, que se afronta mucho mejor después de ganar en la competición europea.
Sudaron los rojiblancos, pero no se podía esperar otra cosa, porque en Europa, y menos en la máxima competición, nadie regala nada. Al Athletic le pudo la ansiedad durante más de media hora y solo cuando Guruzeta marcó el empate se calmaron un poco los nervios, porque perder con el Arsenal entraba dentro del plan, caer en Dortmund, uno de los peores destinos como visitante, también podía estar previsto, pero desperdiciar el segundo envite en casa hubiera sido una catástrofe. El Qarabag dio muchas guerra, la esperada por otra parte, pero según se calmaba el juego rojiblanco se le empezaban a ver cada vez más las costuras. La lesión de Iñaki es un contratiempo, pero dio la sensación de que al equipo la entrada de Berenguer no le venía nada mal. Guruzeta acertó en el gol, estuvo sereno en el remate, y después en el tercer tanto se ganó el premio al mejor jugador del partido. Merecido.
También los cambios de la segunda mitad hicieron que el equipo creciera bastante mientras los del Qarabag, que no tiene el mismo fondo de armario, debilitaban a su equipo. Robert Navarro, que cada vez demuestra más que es un gran fichaje, marcó un golazo y entonces yo ya supe que pasaría como aquella vez frente a la Real, gracias a Yuri también, que estuvo espléndido para salvar la única ocasión de gol visitante en la segunda parte.
En fin, que ha comenzado con buen pie la Champions del Athletic, que no era la del Arsenal o el Borussia, sino la del Qarabag, el Atalanta o el Newcastle, esperemos que también la del PSG. Una vez reconducida la ansiedad, disfrutemos con lo que está por venir, que no todos los años se juega, y se gana, en la Champions. Y ahora, a por el siguiente partido de Liga, que también será tela.
¿Y mi mujer? Encantada con el ambiente, aunque le siga sin gustar el fútbol. Al menos sabía que el Athletic era el que vestía de rojiblanco.
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