Un proyecto que naufraga

Decía Valdano que el futbol es un estado de ánimo y la temporada del Almería es una demostración. El equipo ha entrado en una dinámica tan negativa que todo parece alinearse contra ellos, los momentos decisivos siempre caen del lado de su rival y la ansiedad crece a cada partido. A pesar de ello, se encuentra a catorce puntos de la salvación, y si consigue dos o tres victorias consecutivas aún puede estar a tiempo de engancharse al tren de la salvación.

Garitano ha planteado desde su llegada un 4-2-3-1 bastante flexible. En ocasiones, uno de los pivotes se introduce entre centrales para sacar el balón y el equipo se ordena en 3-4-3. En defensa también alterna con el 4-4-2, cuando el media punta se coloca a la misma altura que el delantero a la hora de presionar. Lo cierto es que el Almería no juega mal, y se ha visto una mejora clara a las órdenes de Garitano. Ha sido su debilidad en ambas áreas la que ha condenado a los andaluces, pero han demostrado en otros momentos, como la primera parte ante el Madrid, que tienen las ideas claras cuando gozan de la confianza necesaria.

Garitano no se expone en exceso en la parte defensiva, situando a su equipo en un bloque medio, que le permita al mismo tiempo robar y salir con espacios. Posiblemente sea este el apartado en el que más brillen los almerienses porque es un equipo con futbolistas veloces en el frente de ataque y buenos lanzadores en el medio campo. En el último encuentro el Valencia se llevó un par de sustos en dos transiciones brillantes del Almería y solo la recurrente falta de acierto les impidió adelantarse en el marcador.

Maximiano (25) demostró en el Granada ser un portero de mucha proyección, aunque esta temporada su defensa le ha dejado expuesto en demasiadas ocasiones. El mexicano César Montes (22), que costó catorce millones, ha sufrido varias lesiones aunque, aun estando bien, su nivel ha dejado mucho que desear. Chumi (21), que también ha actuado como lateral, lo ha jugado prácticamente todo, de la misma forma que Edgar (3), el único defensor almeriense que se salva de la quema. En la derecha se ha asentado Marc Pubill (18) por delante de Pozo (17), mientras que en la izquierda ha llegado Bruno Langa (24) para sustituir a Akieme, pero el titular sigue siendo Alex Centelles (20).

El futbolista más destacado del Almería ha sido sin duda Sergio Arribas (19). El canterano del Madrid, máximo anotador del equipo con seis goles, ha demostrado su calidad y olfato goleador en su primera temporada en la máxima categoría. El joven Lopy (6) ha sido el pivote titular para Garitano y ha dejado visos de poder convertirse en un buen futbolista. Su sustituto habitual ha sido Iddrisu Baba (4). Junto a Lopy ha actuado Robertone (5), un futbolista con criterio y buen golpeo, y por delante, como media punta, Gonzalo Melero (11), cuyo rendimiento ha dado un claro bajón respecto a temporadas anteriores. En invierno ha llegado Jonathan Viera (8), y su calidad puede ser clave para revitalizar al Almería.

Con Luis Suárez (9) y Koné (23) lesionados, el Almería ha tenido un serio problema en el puesto de delantero centro, donde ha tenido que actuar Baptistão (12). Para solucionar esa carencia ha llegado el Choco Lozano (15), además del canterano Marezi (29), que ha disputado ya minutos con el primer equipo. En los costados han jugado Embarba (10) y el belga Ramazzani (7), un futbolista muy escurridizo, pero con tendencia a la dispersión, y en invierno ha llegado el joven Luka Romero (38).