La hora de reencontrarse a sí mismo
El Athletic, flojo y dubitativo, necesita reaccionar en San Mamés ante el Valencia y el Atlético si no quiere meterse en agobios
Ernesto Valverde no acostumbra a comenzar bien las temporadas. No se distingue por ello. El Athletic, de hecho, no llevaba menos de dos puntos en ... las dos primeras jornadas de Liga desde la 2016-2017, con él en el banquillo. Es posible, por tanto, que este arranque dubitativo y decepcionante de los suyos no le haya pillado de sorpresa. Y también es posible que recuerde que en aquella campaña, tras perder contra el Sporting y el Barça, su equipo empalmó cuatro victorias consecutivas frente al Deportivo, el Valencia, el Granada y el Sevilla, algo que sería magnífico repetir ocho años después, qué duda cabe.
La impresión general, sin embargo, no es de optimismo. Los indicadores que ha dado el equipo en sus dos compromisos iniciales invitan a pensar en que necesita tiempo para asentarse, que todavía no está preparado, afinado, como si la competición le hubiera llegado demasiado pronto. Es posible que esto sea así porque lo cierto es que la pretemporada ha sido extraña, realmente atípica. Entre los internacionales (Unai Simón, Vivian y Nico Williams), los jugadores que han caído lesionados en uno u otro momento (Agirrezabala, Ruiz de Galarreta, De Marcos, Paredes, Vesga, Unai Gómez y Djaló) y algún otro que venía de recuperarse de una lesión y no llegó a tope tras las vacaciones (Guruzeta), el Athletic no ha podido afianzarse este verano.
La ausencia de Ruiz de Galarreta empiezaa ser determinante enel juego del Athletic
A estas contingencias con la plantilla es probable haya que sumarle otra que de ser cierta, como suele suceder en estos casos, sería secreto de sumario. Nos referimos a que el propio Valverde y su cuerpo técnico hayan hecho una planificación diferente de la temporada habida cuenta de que el calendario va ser mucho más duro. La diferencia, en este caso, consistiría en retrasar un poco la puesta a punto de la tropa, de forma que los jugadores encuentren la chispa no a mediados de agosto sino más o menos a finales de septiembre, cuando comience la liguilla de la Europa League y tengan que disputar dos partidos por semana.
Si no hay algo de esto, al menos lo parece. Basta con recordar la escasa capacidad de reacción de los rojiblancos cuando Uche empató en el minuto 63 o la flojísima segunda parte que brindaron el sábado en el estadio de Lluís Companys. En ambos partidos no sólo se trató de que a los titulares se les notara sin la electricidad que es su santo y seña, sino de que Valverde tampoco encontró soluciones en el banquillo. Ninguna. Ante el Getafe entraron Unai Gómez y Herrera en el minuto 57, Nico Williams en el 72 y Lekue y Vivian en el 81. Frente al Barça, Unai Gómez y Jauregizar en el minuto 62, Adu Ares en el 71 y Herrera y Guruzeta en el 77. Pues bien, descontando un par de jugadas de Nico ante la defensa azulona, la aportación de todos los demás ha sido insignificante, lo cual demuestra que esta debilidad inicial está afectando a toda la plantilla. En realidad, sólo Álex Padilla se ha salvado de una quema general y, paradójicamente, dejará de jugar el miércoles porque vuelve Julen Agirrezabala.
La debilidad de los rojiblancos está siendo general. Sólo se ha salvado Álex Padilla
Todas las líneas
Como el fútbol ya empieza a coger carrerilla, esta semana tendremos una respuesta más clara y fundada sobre las dudas que está suscitando el Athletic en este arranque agosteño. Ante el Valencia y el Atlético, ambos en San Mamés, el equipo necesita dar un paso adelante en su rendimiento si no quiere llegar al primer parón de la Liga con una sensación desagradable y más exigido de lo que sería saludable en los tres choques en ocho días -el 15 de septiembre en el Insular, el 18 en Leganes y el 22 frente al Celta en casa- que disputará hasta comenzar su participación en la Europa League.
Digamos que al equipo le ha llegado la hora de reencontrarse a sí mismo, de espabilarse, una responsabilidad que deben abordar todas las líneas, sin excepción. Y es que ninguna ha sido reconocible en estos dos partidos (si el foco del reconocimiento lo ponemos en la pasada campaña, se entiende). Sin firmeza ni contundencia, la defensa ha flojeado tanto por los costados como por el centro, hasta el punto de permitir 22 remates al Getafe (9) y el Barça (13). El centro del campo, por su parte, se ha convertido en el principal factor de preocupación. Lesionado Ruiz de Galarreta, Valverde ha repetido con Vesga y Prados, que no sólo han decepcionado -ninguno de los dos está en forma- sino que han dado la impresión de no ser capaces de mezclar bien. O al menos de que les costará mucho hacerlo porque no son una pareja que se complementa sino que se reparte unas mismas funciones. Dicho de otro modo: habida cuenta del estado de Herrera, el regreso de 'Galaxy' es vital. Respecto al frente de ataque sólo cabe esperar que todos vuelvan por sus fueros y demuestren su calidad, al tiempo que Djaló demuestra por su parte que es un gran fichaje.
Al Athletic, en fin, le ha llegado la hora de volver a volver a ser el mismo equipo vibrante, profundo y ambicioso -no hace falta decir que la ambición se cultiva año tras año con independencia de que haya podido satisfacerse la temporada anterior-, que se convirtió en una de las revelaciones de la pasada temporada. Que los dos próximos partido se disputen en San Mamés, un fortín desde hace más de un año, debe ayudar a ese reencuentro de los rojiblancos consigo mismos.
Datos
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1 punto han sumado los rojiblancos en su peor arranque de Liga desde la 2016-2017
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22 remates ha recibido el Athletic en sus partidos ante el Getafe (9) y el Barcelona (13)
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6 remates entre los tres palos han sumado los de Valverde en dos partidos
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