La IC Herri Harmaila no animará en San Mamés de manera indefinida por discrepancias con la directiva del Athletic

El problema entre este grupo de animación, de alrededor de 400 integrantes, y el órgano de gobierno del Athletic viene de lejos. Los integrantes de este bloque, situado en el fondo norte de La Catedral, vienen denunciando desde hace un tiempo la «represión» que, en su opinión, sufren y la «indefesión» que, al parecer, padecen algunos de sus miembros por las reiteradas multas de las que son objeto. De hecho, no es la primera vez que protagonizan una huelga de animación: ya hubo por ejemplo en el duelo contra el Villarreal el domingo 8 de diciembre, y durante la primera hora en el encuentro europeo frente al Elfsborg. Según su versión es que «jornada a jornada, la Liga La Ertzaintza y el propio Athletic nos colocan en el punto de mira».

Sin embargo, la gota que colmó el vaso, según indican en el comunicado, fueron las «indiscriminadas cargas de la Ertzaintza en San Mamés» hace un mes. Desde ese momento, cuentan, ICHH ha estado abierta «a una solución que llegase antes del primera partido del año» en Bilbao. «Sin embargo, dicha solución no ha llegado y no por falta de ganas de nuestra parte».

A partir de este punto, narran los pasos dados durante los últimos 30 días. «A mediados de diciembre, se propuso una reunión para buscar una solución. Dicha reunión fue pospuesta por falta de disponibilidad. La ICHH propuso nuevas fechas, sin obtener respuesta hasta este mismo lunes, a tres días del partido».

Según su versión de ese cónclave, «miembros del club admitieron que diferentes actuaciones en contra de la Herri Harmaila durante los últimos partidos no fueron correctas». «Paralelamente, los dinamizadores de la animación han seguido recibiendo nuevos expedientes sancionadores de la Ertzaintza. A día de hoy, dos de los tres speakers y dos encargados de bombos tienen expedientes sancionadores abiertos, y el tercer speaker está vetado sin justificación por el club, lo que impide continuar con normalidad la dinamización de la animación», exponen. De ahí, su decisión de no animar, aunque insisten que el resto de aficionados tienen que «alentar lo máximo posible para que el equipo se sienta arropado los 90 minutos».

Una de las últimas huelgas se produjo contra el Villarreal, justo horas después de que el Athletic emitiese un comunicado en el que el presidente Jon Uriarte «fue amenazado a la salida de San Mamés tras el partido contra el Real Madrid», tal y como adelantó EL CORREO. «Además de diversos insultos, el presidente fue intimidado mediante una advertencia explícita de las consecuencias que tendría para su persona «meterse» con la Herri Harmaila», señala la nota. Eso sí, Ibaigane ha matizado que «en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto».

Mientras tanto, Ernesto Valverde pasó de puntillas sobre el tema este miércoles en Lezama. «Lo he comentado más veces. Si estamos todos juntos, eso nos hace más fuertes. Esa es una realidad. Tenemos que hacer lo que nos toca. Nuestra labor es salir al campo, poner a toda la gente tratando de animarnos porque ven algo que les motiva y les gusta. Nuestro trabajo es ese».