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Ernesto Valverde encajó la derrota en el Metropolitano con un punto de resignación y una frase que ya podría considerarse de cabecera en estos momentos de la temporada: «Esto es largo y hay que pelear». Nadie lo duda. El camino hacia Europa, efectivamente, es una ... larga peregrinación de la que el Athletic ya ha recorrido más de la mitad. De ir a Santiago desde Roncesvalles, los rojiblancos estarían ahora por Mansilla de las Mulas, más o menos. Se encontrarían bien de salud, a pesar de algunos pequeños achaques, y mantendrían intactas todas sus posibilidades de completar la ruta. Dicho de otro modo: se encontrarían en la misma situación que la pasada campaña.
91% de los puntos
ha sumado el Athletic ante los seis últimos clasificados de la Liga.
Hagamos la comparación pertinente. Cumplida la jornada 22, el equipo de Marcelino tenía 31 puntos, uno menos que esta temporada. El sexto puesto le quedaba a tres (dos en este momento). Tras vencer al Espanyol en la jornada 23, alcanzó los 34, cifra que podrían superar este domingo los de Valverde venciendo al Girona. Al igual que ahora, los rojiblancos estaban metidos en una pelea con otros tres o cuatro equipos –entonces Villarreal, Rayo, Valencia y Osasuna– que también buscaban el asalto a las plazas europeas. Y no sólo eso. También eran un grupo entregado, competitivo y rebosante de ilusión por la Copa, ya que acababan de eliminar al Barcelona.
Es cierto que entre aquel Athletic y este existen diferencias en el juego. Resumidas de un modo sencillo, se podría decir que el de Marcelino era un equipo más sólido atrás y el de Valverde, uno más abierto y goleador. Este cambio ha acabado provocando una diferencia muy llamativa, realmente curiosa por su proporción, en la manera en que los rojiblancos llenan su granero de puntos. En el ejercicio anterior, sumaban de un modo más homogéneo, sin una distancia tan grande como la que existe ahora entre sus resultados con los gallos de la categoría y los que consiguen ante los más pequeños.
Las estadísticas son espectaculares. Frente a los seis últimos clasificados de la Liga, los pupilos de Marcelino sumaron un 47% de los puntos. Con Valverde, en cambio, se ha llegado en esta Liga a un espectacular 91%: siete victorias y un empate en los ocho partidos disputados ante Valladolid, Almería, Cádiz, Valencia, Getafe y Elche. Con otra cuestión añadida: el Athletic no sólo gana a los inquilinos del sótano de la tabla sino que los está triturando: 24 de sus 31 goles los ha marcado en esos encuentros antes citados. Frente a los seis primeros clasificados, en cambio, las cifras dan un vuelco. Con Marcelino, el Athletic sumó un 33% de los puntos en sus duelos ante Real Madrid, Barça, Atlético, Sevilla, Betis y Real. Contra esos mismos equipos, en cambio, los de Valverde sólo llevan un 9,5%, el pírrico porcentaje que dejan cinco derrotas y dos empates.
Trayectorias
9,5% puntos
llevan los rojiblancos ante los seis primeros de la tabla.
Podríamos decir, por tanto, que el Athletic ha llegado al mismo lugar de la ruta, pero por otro camino. Y es muy probable que en lo que resta de temporada se mantengan estas trayectorias diferentes. Al fin y al cabo, cada equipo es como es. De hecho, no parece fácil que los rojiblancos vayan a puntuar de otra manera a cómo lo están haciendo ahora. Lo lógico es que su ambición, su fuerte ritmo, su entrega e intensidad en la presión sigan siendo muy rentables ante los rivales de la parte media o baja de la tabla, que sufren una barbaridad con los despliegues comanches del equipo de Valverde. Ahora bien, también es lógico que este Athletic, más vulnerable en defensa y poco fino en la elaboración, siga sufriendo un montón ante rivales de más calidad técnica que saben madurarles y luego tumbarles.
Aún así, lo importante es tener claros los pasos que hay que dar para llegar al punto de destino elegido. Si aprender de los errores es una obligación, el Athletic tiene muy recientes los que cometió la pasada temporada. Recordemos su trayectoria empezando por aquel fiasco en Mallorca en la jornada 24 que a punto estuvo de provocar que Marcelino zarpara con rumbo desconocido y tardase en volver a Lezama más que Ulises a Itaca. A esa derrota siguió una serie de 9 partidos que vino a ser una antología del altibajo, un monumentos a los dientes de sierra: victoria (Real), derrota (Barça), victoria (Levante), derrota (Betis), empate (Getafe), victoria (Elche), empate (Villarreal), derrota (Celta) y victoria (Cádiz). Es decir, 4 victorias, 4 derrotas y 2 empates, 14 puntos sobre 30 que dejaron al Athletic enganchado a esa octava posición en la que finalmente se quedó. Pues bien, teniendo en cuenta que en las 10 últimas jornadas los de Valverde sólo han sumado 11 puntos no hace falta decir qué es lo que deben cambiar si quieren cumplir su objetivo esta temporada.
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