La gran noche del gigante Maroan

Maroan lo hizo casi todo bien en un partido que dio al Athletic la tercera semifinal de su historia. Las jugó en 1977 y en 2012, ambas canjeadas por su presencia en la final, y ahora repetirá experiencia. El vitoriano no se guardó nada en su cuarto choque de la Europa League, en el que resultó decisivo para abrir un boquete en el casco del buque escocés por el que Oihan Sancet introdujo un torpedo serigrafiado con la palabra victoria. El delantero provocó el penalti de Souttar en el tiempo añadido de la primera parte, que el mediapunta ejecutó a las mil maravillas y mandó a los rojiblancos a los vestuarios en ventaja. Un momento de los llamados psicológicos, cuando el exatacante del Barakaldo supo colocar bien el cuerpo para recibir el impacto del defensa del Rangers o como cuando sacó la roja a Hummels y dejó a la Roma con diez.

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Antes de pescar un pez gordo en el área escocesa, su segundo penalti provocado desde su llegada en enero, Maroan había dado muchos dolores de cabeza a sus marcadores. Bajaba casi todos los envíos aéreos, distribuía con criterio y condicionaba las vigilancias de los centrales rivales y las ayudas. En el minuto 26 tuvo el gol cerca, pero el mandó fuera el pase de De Marcos. No pudo orientar bien el cuerpo ni su pierna derecha para rematar mejor. Siguió trabajando como un estajanovista y en más de una ocasión arrolló a sus marcadores, quienes sudaban para frenar al tanque rojiblanco. Poco antes del descanso, el vitoriano sirvió una asistencia deliciosa que Nico Williams, con la portería vacía, no supo aprovechar. Pero el árbitro había señalado antes una falta por lo que la acción quedó invalidada.

Y en los últimos segundos del tiempo añadido, el 'elefante africano' recibió un pase de Lekue, se metió en el área, protegió bien la pelota y fue derribado por el central Souttar. El bosnio Peljto no dudó ni un instante y señaló el punto de cal. Sancet abrió la lata y allanó el camino hacia el triunfo final. Fue el séptimo gol del Athletic en el último minuto o los descuentos tanto de la primera como de la segunda parte en lo que va de temporada, cuatro en la Liga y tres en la Europa League. En este último caso, los rojiblancos lo hicieron frente al Fenerbahce (Iñaki Williams), Besiktas (Unai Gómez) y Rangers (Sancet).

Más allá de su pelea en el terreno de juego, de ir a por todos los balones, Maroan también demostró mucha personalidad. Lo hizo en un duelo con Tavernier, a quien mandó levantarse mirándole fijamente a los ojos para decirle que no le había hecho nada. Valverde le dio 73 minutos –lleva un total de 275 entre las dos eliminatorias ante Roma y Rangers– hasta cambiarle por Guruzeta. Dejó el campo ovacionado, con 29 toques de balón, una ocasión creada, diez disputas ganadas de 16 libradas, un penalti provocado y tres faltas cobradas. «Aupa athleticzales, estamos en las semifinales y viviendo un sueño. Vamos a conseguirlo», dijo a los medios oficiales del club. Está a dos choques de la gran final. En San Mamés. Historia.