«Es un gran honor que un club como el Athletic crea que compartimos valores»

«Sé que el Athletic es un club especial», comenta en un céntrico hotel bilbaíno el hombre que ha vestido las camisetas del Bayern, Aston Villa, Chesterfield, Stuttgart, Lazio, West Ham, Wolfsburgo y Everton, además de totalizar 52 internacionalidades con Alemania. Con la selección, Hitzlsperger se proclamó subcampeón de Europa en 2008, edición ganada por España, y fue tercero en el Mundial celebrado en su país. «El cambio más grande en mi vida fue cuando dejé de jugar el fútbol», responde cuando se le pregunta por el paso dado hace nueve años. Confiesa que meditaba salir del armario estando en activo, pero no resultó fácil. «Quería hacerlo. Consulté con mucha gente y me dijeron que era un gran riesgo, que habría demasiada presión. No era lo suficientemente fuerte para decirlo, hice caso a mis amigos y familia. No era fuerte, pero en 2014 lo fui. Estoy feliz porque lancé un buen mensaje. Incluso a día de hoy me paran y me dicen 'gran trabajo'.

Necesitaba tiempo. Un jugador de élite, internacional, con huella en la Premier y la Bundesliga. «Me preguntaba: ¿Debo decírselo a los compañeros, al entrenador? Quería decir públicamente que era gay». Aguantó un poco y lo hizo, con las botas colgadas. «Todo fue bien. Hubo buenas reacciones y me sentí arropado. Me sigue gustando el fútbol –ha invertido y trabaja desde hace muy pocas semanas en el Aalborg danés–, pero es tan grande y llega a tanta gente que tenemos la responsabilidad y el deber de cuidar unos de los otros. Y esa es mi parte», reflexiona el alemán, que estará este sábado en el derbi de San Mamés entre el Athletic y la Real Sociedad y luego visitará Lezama.

Feliz por Jankto

Hitlzsperger reconoce que los «últimos dos o tres años en activo fueron duros porque quería hablar de ello (homosexualidad) y no podía. Pero lugo lo solucioné porque tenía buenos amigos y una gran red de apoyo. Lo abordo desde un punto de vista positivo: mi vida es buena, no experimento discriminación y quiero hablar de ello, pero no todos los días».

En febrero, el checo Jakub Jankto, jugador cedido por el Getafe al Sparta de Praga, dijo en público que era gay. «Fue algo bueno. Y no pasó nada. Es lo que quería, decirlo y que no se hable mucho de ello. Ahora habla el fútbol». El año pasado hizo lo mismo el inglés Jake Daniels. «Algo cambia, lento, pero cambia», concluye un sonriente Hitzlsperger.