De Marcos y Muniain saludan a la afición rojiblanca tras eliminar al Eibar en la Copa. Ignacio Pérez

Cuando todo funciona bien

El Athletic suma ya 12 partidos seguidos sin perder entre Liga y Copa, con 9 victorias y 3 empates, su mejor racha desde la temporada 2001-02

Miércoles, 10 de enero 2024, 00:09

Dado que uno de los mayores talentos humanos es nuestra extrema facilidad para acostumbrarnos a lo bueno, a veces perdemos un poco la perspectiva y ... dejamos de valorar como es debido esos cambios que nos ha conducido de repente a una vida mejor. En el caso del Athletic, por ejemplo, sería un error no celebrar cada día como merece, ya desde la hora del desayuno, el logro que supone que el equipo lleve doce partidos consecutivos -contando los de Liga y los de Copa- sin conocer la derrota.

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1 gol

han encajado los rojiblancos en sus siete últimos partidos (Rayo, Cayón, Granada, Atlético, Las Palmas, Sevilla y Eibar) y fue el que se marcó en propia puerta Galarreta en el nuevo Los Cármenes

Se trata de una racha que sólo podemos recordar los que tenemos ya una edad como para no vernos dando botes durante noventa minutos en una grada joven y cantando el 'Txoria txori' incluso cuando el Athletic acaba de perder un partido. Para encontrar una más prolongada hay que remontarse a la campaña 2001-02, cuando la tropa de Luis Fernández empalmó trece partidos seguidos sin perder, 9 de Liga entre la novena jornada y la decimoctava, y 3 de Copa. Aquello le provocó un subidón que le situó a dos puntos del líder, el Deportivo, pero en la segunda vuelta los resultados decayeron y el equipo acabó noveno una Liga que el Valencia de Rafa Benítez ganó a lo grande, muy destacado. A partir de entonces, las mejores rachas del Athletic se vivieron en la temporada 2008-9 (10 partidos consecutivos sin perder), 2011-12 (11) y 2002-03 y 2004-05 (10).

El Athletic es el cuarto equipo más goleador y el tercero menos goleado del campeonato

La tacada actual, en cualquier caso, está siendo más fructífera que aquélla de hace 22 años, ya que entonces los rojiblancos sumaron 7 victorias y 6 empates y en ésta, desde que perdieron en el Camp Nou el pasado 22 de octubre, suman 9 victorias y 3 empates. Y no sólo eso. También está siendo una racha más espectacular en lo que a goles se refiere. Entre el 2-2 al Valencia y el 0-3 el domingo en Ipurua ya son 27. Y esto sin hablar de otro dato de lo más relevante, sin duda histórico. En sus siete últimos compromisos (Rayo, Cayón, Granada, Atlético, Las Palmas, Sevilla y Eibar) los de Valverde sólo ha encajado un gol. Fue en el nuevo Los Cármenes y se lo tuvo que meter en propia puerta Ruiz de Galarreta.

Este ramillete de estadísticas que lucen en la solapa los rojiblancos son propias de un equipo grande, de los que lucha por las posiciones de más privilegio, incluso por los títulos. De ahí que resultan tan llamativas cuando hablamos de un Athletic que en los últimos años no ha sido capaz de clasificarse para Europa y se ha caracterizado por su recalcitrante irregularidad y su falta de gol. Y que al comienzo de esta misma temporada -no lo olvidemos- provocaba también serias dudas sobre su solvencia defensiva; unas dudas que se acrecentaron cuando a la marcha de Iñigo Martínez, el puntal de su retaguardia en el último lustro, se le unió la lesión de Yeray. Que los rojiblancos sean en este momento el cuarto equipo más goleador del campeonato y el tercero menos goleado, en fin, es algo extraordinario, un caso mayúsculo de regeneración.

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La reválida del sábado

Con una racha como la del Athletic ocurre un poco lo mismo que con la felicidad: uno siempre teme que no pueda prolongarse más. Cada nuevo partido es una reválida y el sábado los rojiblancos tienen una de las grandes. Decir que el derbi contra la Real puede marcar la segunda vuelta de los rojiblancos es exagerado porque esta temporada han demostrado ser un grupo muy sólido y con una gran convicción en lo que hace; es decir, un equipo perfectamente capaz de levantarse y continuar con paso firme, sin mirarse la herida, después de sufrir una decepción. Desde luego, esta es la imagen que transmite en este momento la tropa de Valverde.

El derbi del sábado puede ser la confirmación definitiva del despegue del equipo de Valverde

Ahora bien, sería absurdo ignorar la importancia que tendría para el Athletic vencer a la Real. En primer lugar, por el nivel del conjunto txuriurdin, un equipo capaz de brillar en la Champions hasta el punto de clasificarse para octavos como primero de grupo haciendo un gran fútbol. Y en segundo, por lo que significaría de reafirmación casi definitiva de este nuevo Athletic tan pujante. Poner a la Real a nueve puntos de distancia, a una Real que -recordémoslo- le sacó la pasada temporada 20 pese a haber jugado también competición europea, sería la mejor manera de certificar el espectacular salto que han dado los rojiblancos.

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Todavía quedan 18 partidos de Liga por delante y es cierto que el equipo de Valverde aún tiene pendiente de aprobar la asignatura de sostenerse bien en las segundas vueltas y, especialmente, en el tramo final de la Liga. Pero también es cierto que en el fútbol se crean inercias, buenas o malas, que son muy difíciles de detener. Y la del Athletic parece una de ellas. Si sus futbolistas más importantes, los que marcan la diferencia, continúan a su nivel actual es imposible que el equipo se caiga y el regreso a Europa está garantizado.

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