«El día que volvamos al campo va a ser explosivo»

Sobre el césped los leones defienden sus colores hasta el último aliento, pero fuera del campo es una tarea que asume con orgullo y fiereza su afición, abarrotando las gradas y las calles, coreando en Pozas o intimidando al rival en su propia ciudad con una marea rojiblanca que -en tiempos prepandemia- no ha dudado en coger un avión o conducir durante horas para plantarse allí donde su equipo le necesitase. Una hinchada que cuenta entre sus filas con aitites y nietos, cuadrillas de chavales o más entradas en años y hasta familias enteras, sin importar la edad y el sexo. Tal es la garra de esta afición transversal que sus colores van más allá del campo de juego y se han convertido, como pasa con la buena comida o el buen vino, en un punto de unión para familias y vecinos, en un elemento de cohesión para la sociedad vizcaína y de fuera de nuestras fronteras.

Ahora, a las puertas de dos grandes finales y de un posible triplete histórico, la ilusión y el hambre de victoria son más fuertes que nunca pese a la pandemia. «Es momento de ganar, especialmente por los más jóvenes», proclaman nuestras cuatro invitadas en la sede de EL CORREO en Gran Vía. Son Cristina Pintor (45), exjugadora y candidata a la directiva con Fernando García Macua; Diana López (53), integrante de la Peña de Deusto; Arrate Orueta (36), exjugadora del Athletic, y Jara Barreras (33), de la directiva de peñas. «En nuestra época todos llevábamos la camiseta del Athletic a clase, ahora ya empiezas a ver a niños y niñas con mochilas y estuches de otros equipos», señala Jara Barreras, profesora en una ikastola. «Al no haber ganado títulos en tanto tiempo y no haber tenido nada que celebrar, muchos se hacen del equipo que ven en la tele», reflexiona Diana López. Para las cuatro, ganar estas finales puede servir para fomentar la ilusión entre los aficionados más 'txikis' que no han tenido la oportunidad de vivir una final, y contagiarles así el sentimiento athleticzale que ha hecho vibrar a las generaciones que les precedieron. Aunque a muchos pequeños pasión rojiblanca no les falta: «El otro día mi hija de tres años, a la que no le gusta el fútbol, se puso a cantar el himno del Athletic mientras paseábamos por Donosti», ríe Arrate Orueta. Para la exfutbolista, sin embargo, sí ha habido momentos de celebración estos últimos años: «Hemos tenido unas cuantas finales de Copa, dos Supercopas ganadas y cinco títulos del equipo femenino». Admite, eso sí, que «ha faltado la gabarra», una celebración que se ha perdido por su juventud y que tiene ganas de vivir porque «debe ser increíble».

La pandemia tiñe de cierto sabor agridulce unas finales que se antojan descafeinadas por el vacío en las gradas, con los desplazamientos prohibidos y sin posibilidad de grandes celebraciones. Sin embargo, Cristina Pintor prefiere ver el vaso medio lleno. «Nos ha venido bien aplazar la final porque ahora estamos mejor que la Real y mejor que el Barça, al que hemos ganado la Supercopa», apunta. «No podemos estar nosotros animando como afición, pero tenemos al equipo en uno de sus mejores momentos», se congratula. Diana López atribuye al giro de timón de Marcelino la mejoría en el juego de los leones. Ahora despliegan «un fútbol mucho más directo y de ataque, en el que los jugadores saben perfectamente qué tienen que hacer». Frente al primer contrincante, la Real Sociedad, Orueta espera que al Athletic «le sirva ese puntito de experiencia de más que tiene en finales y competiciones europeas, ese saber estar». «Estamos en el momento óptimo para ganar ambas finales», resume Pintor, pero si preguntamos cuál de las dos finales preferirían ganar...

«¡Más vale pájaro en mano!», exclama Barreras, que apuesta por vencer en el primer encuentro copero para quedarse «más tranquila». Arrate no lo duda: «Mejor ganar a la Real». Tras unos minutos de indecisión, la conclusión llega entre risas: «Es preferible no aguantar a los de la Real restregándonos la victoria, aunque tendría más valor ganar al Barça». Diana considera que un triunfo sobre el vecino guipuzcoano serviría de impulso para el compromiso del 17 de abril. «Llegaríamos mucho más motivados contra el Barça», subraya.

Los aficionados llevan ya más de un año huérfanos de su Catedral y se han tenido que conformar con seguir los partidos del Athletic a través de los medios. También los futbolistas han sufrido -y sufrirán aún un tiempo- el silencio de las gradas. «Es probable que algo nos haya alejado esta situación, pero el juego del Athletic nos ha vuelto a ilusionar», reflexiona Cristina, quien añade que han sido épocas de «mucho ruido, con enfrentamientos entre directivas que han podido también» alejar a parte de la hinchada. Arrate lo tiene claro: «Ir a San Mamés es mucho, era la alegría de la semana para muchos socios y ha sido un palo, pero el sentimiento de la afición no ha cambiado». Jara coincide: «Hay casi hasta ansiedad, va a ser una primera vez explosiva». Y, hablando de momentos explosivos, las cuatro tienen claras sus mejores imágenes como hinchas del Athletic: la final de Copa contra el Barça en el 84, el histórico duelo de Europa League con Bielsa contra el United y la clasificación para la Champions con Luis Fernández. Hay coincidencia en la elección del mayor «chasco»: «La final de Bucarest fue terrible, empezamos perdiendo desde el primer momento y teníamos mucha ilusión». Jara, la más joven, recuerda «aquella semifinal (de Copa) perdida contra el Betis». Pero prefieren dejar atrás las decepciones y centrarse en lo que viene en los próximos días. Toca animar a los rojiblancos y ondear banderas en los balcones para celebrar las victorias. Y, quién sabe, si un triplete histórico.

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