Estamos asistiendo en este último mes a las decisiones arbitrales más anómalas de la última década y eso que ahora contamos con VAR, aunque parece ... que la entrada al mismo solo es para socios. Lo de las manos en el área y los fueras de juego pasan por el filtro de la sala VOR en el área 51 y algunos penaltis están siendo analizados por el equipo de 'Cuarto milenio'. Con un aditamento especial, que depende de quien arbitre o del equipo rival, las decisiones son apreciadas por el público de un bar como si les mostrasen las manchas de Rorschach, esos borrones de tinta en los que uno ve una mariposa y otro a dos mujeres bailando. Hay una gama tan amplia de interpretaciones que en el fondo permiten hacer a los réferis lo que les venga en gana.
He ahí la cuestión. ¿Es importante el colegiado designado para arbitrar una final? Por supuesto, en la mente rojiblanca hay un trencilla cuyo apellido es sinónimo de guadaña y su designación sería como recibir a la muerte en cueros. Todos los equipos tienen a sus jueces no deseados apuntados en letra cursiva en la caseta. El presidente rojiblanco José Antonio Eguidazu denunció en un partido de infausto recuerdo que «nos habían prometido que no volvería a pitar en San Mamés», en referencia a Guruceta, y añadió que hasta él «hubiera saltado al campo». Aquel día el deporte practicado fue el del lanzamiento de aquellas añoradas almohadillas de Foam de la Santa Casa de Misericordia.
En los ochenta García de Loza perpetró alguno de los atracos más sonados desde lo ocurrido con el tren de Glasgow. En una semifinal en La Catedral contra el Barça, la armó de tal calibre que aparecieron en el campo un centenar de policías nacionales persiguiendo a un abanderado rojiblanco que batió el récord de las 40 yardas y hubo cargas a caballo por las inmediaciones. Cuando pitaba Undiano Mallenco, ganar era como hacer de extra de Tom Cruise. O tenía mala suerte o se la buscaba, pero para el Athletic fue un árbitro de nevera perpetua. Un árbitro se merece todo el respeto del mundo, son la pieza primordial de este deporte, pero es indiscutible que el valor de los cromos de galácticos y determinadas filiaciones marcan su conducta.
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