Estrictos cacheos de seguridad sin incidentes a la afición del Athletic en el acceso al Estadio Olímpico

Los cientos de athleticzales se han visto obligados a pasar varios controles. El primero, al entrar al bus. El servicio lanzadera era público y gratuito. Partía desde el punto de encuentro de la afición rojiblanca, la Piazzale delle Canestre y responde principalmente a una medida de seguridad. Estaba estrictamente prohibido cualquier tipo de marcha o desfile en dirección al Estadio Olímpico para evitar enfrentamientos entre radicales de ambos equipos. Algo extensible a la vuelta a la ciudad tras el partido.

Ya en el estadio, el primer cacheo lo realizaban los empleados de la Roma, que pedían la entrada y el DNI o pasaporte. A continuación, los aficionados se sometieron a otro cacheo a fondo. Tras pasar los tornos, los vigilantes de seguridad y los carabineros realizaban un exhaustivo chequeo en busca de posibles objetos peligrosos en caso de su lanzamiento. No se han requisado prácticamente objetos, a excepción de un puñado de tapones y algunas botellas de cristal. Según ha podido constatar EL CORREO, el dispositivo se ha desarrollado con amabilidad por parte del personal de seguridad.

En el fondo norte, donde se suele colocar la afición de la Lazio cuando juegan como locales, los athleticzales están separados de los hinchas locales por unas mamparas y una fila de personal de seguridad a cada lado para evitar que se unieran las aficiones. Además, a la izquierda hay casi media grada vacía para evitar incidentes. En esa zona sin gente, con entre 40 y 60 asientos, se ubican colocados antidisturbios. Finalizado el encuentro, a la afición rojiblanca le tocó esperar alrededor de una hora tras el pitido final para abandonar el Olímpico de Roma por motivos de seguridad. Los autobuses lanzadera les dejan de nuevo en el centro de la ciudad.

Las medidas de seguridad para estos octavos de final se asemejan a los del primer encuentro de la primera fase, en el debut de los leones que se selló con un empate a uno en el Estadio Olímpico. Eso sí, las fuerzas de seguridad han reforzado el dispositivo para esta cita para evitar enfrentamientos entre radicales tras los altercados protagonizados por radicales de Herri Norte dentro del campo el pasado 24 de septiembre. Lanzaron en tres ocasiones bengalas. Una de ellas golpeó en la espalda de una fotógrafa y la última remesa de aparatos pirotécnicos fue enviada contra una zona que ocupaban hinchas locales y en la que, entre otros muchos espectadores, había familias con niños.