El diálogo del VAR en la polémica expulsión de Vivián: «Potencial roja por ocasión manifiesta de gol»
El colegiado de la sala de vídeoarbitraje hizo cambiar su decisión al que estaba en el campo en Mestalla
Polémica en el Valencia-Athletic a costa de la expulsión de Dani Vivián en el minuto 61 por derribar a Santamaría cerca del área. Inicialmente, el árbitro del encuentro, Miguel Ángel Ortiz Arias, decretó que el derribo del central rojiblanco era amarilla. El central ya protestó entonces con un «ni falta, ni falta. Se ha tropezado», lanzó. «Nos ha dicho que no era falta y que además por el otro lado llegaba Areso», explicó Mikel Vesga en la zona mixta.
Lo peor estaba por llegar. Valentín Pizarro llamó al árbitro de campo desde el VAR y le hizo ir a ver la jugada. El árbitro de campo rectificó y se puso a buscar a Vivián, que seguía al borde del área. «¿Dónde está?», preguntaba. Cuando le localizó le mostró la roja porque entendió que Santamaría se dirigía a la portería rojiblanca. «Ni falta, es una vergüenza», se quejó el rojiblanco cuando se dirigía al túnel de vestuarios.
Como suele ser habitual, el Comité Técnico de Árbitros ha distribuido los audios del VAR de la polémica acción y las conversaciones entre los dos árbitros que acabaron propiciando la roja directa.
«Te recomiendo una revisión para que valores una potencial tarjeta roja por ocasión manifiesta de gol», dijo el árbitro de VAR a Ortiz Arias.
Tras acercarse al monitor comenzó un diálogo sobre las imágenes. «Te voy a mostrar el momento de la falta, te la doy en la cámara de fuera de juego para que veas la distancia de los jugadores. Te voy a cambiar posteriormente para que veas la distancia del jugador que viene por detrás. Me gusta esta también», dijeron desde el VAR.
Es decir, allí no se discutió que fuera falta, asunto en el que Vivián discrepa porque dijo que tenía el pie en el suelo. Lo único que se plantearon los colegiados es si Areso, que veía cerca en carrera, podría haber llegado.
Ortiz Arias observó unos instantes la jugada desde distintos ángulos. «Voy a cambiar la decisión, amarilla por roja», zanjó. Y luego se puso a buscar a Vivián para mostrarle la roja.