¿Quién puede jugar en el Athletic...125 años después?
Ha llegado el tiempo de abrir un proceso reflexivo, sin prisa pero sin pausa, con paz social y sin turbulencias
Comenzaba el año 1969, el de la conquista de la Luna y la Copa 22 del Athletic al Elche. El 5 de enero fue mi ... primera vez en La Catedral. Mi aita nos había anunciado que iríamos a Bilbao a la cabalgata, pero con plan previo, comida en 'La Chuleta' de Zorroza y luego a San Mamés. Unsueño hecho realidad para un niño de seis años: poder ver en acción a loshéroes de los cromos.
Hacía mucho frío esa víspera de reyes. Nos situamos en la General numerada, en la primera fila del campo, junto a Misericordia y por delante de una multitud apretujada que olía a puro. Neblinoso paraíso. El rival era el Real Zaragoza, un gran equipo en esos años, que acababa de ganarnos una final de Copa y conseguido también la Copa de Ferias, antecedente de la UEFA. De la delantera de 'los magníficos' quedaba Santos, no estaba Marcelino, el del gol a la URSS, pero sí el defensa Violeta. Se les recibió con una cerrada ovación, primera lección de dónde me encontraba. Me froté los ojos al ver tan de cerca a Iribar, y recuerdo que toqué a Argoitia al venir a recoger un balón a la banda. Ganamos a los maños 3-0, nada menos. El primer gol me pareció algo colosal: delante de nuestras narices, en una falta, Uriarte hizo un gesto a Estéfano (otro Nico histórico), éste salió como una bala, rodeó la barrera y le cayó al pie, batiendo a Nieves.
Pura magia. Luego Fidel metió el segundo, y casi al final el tercer mago, rubio y de Barakaldo, allá a lo lejos, triplicó el resultado. Inolvidable. Pero tanto como el partido, el ambiente y la victoria lo fue para mí la frase que le oí a mi amama Felisa, alavesa de Gamarra, cuando eufóricos nos dirigíamos entre la masa de gabardinas y txapelas hacia una cabalgata que, la verdad, era segundo plato para mí. «Hemos ganado, vaya partido… y sólo con vascos!». Lo que mi aita, navarro de Castejón, corroboró con su habitual «exacto!».
Es cierto que a lo largo de la historia la percepción de quién habría de vestir la camisola rojiblanca ha cambiado, pero se ha consolidado la idea de que el Athletic es un equipo de cantera en el que sólo juegan vascos. De nacimiento o de adopción. Vascos en su amplia acepción.
Hasta hoy no se ha decidido poner negro sobre blanco la definición estricta de esta idiosincrasia competitiva. Tampoco con motivo de los Estatutos del club aprobados hace ahora año y medio, que sí hablan del «respeto a su tradicional filosofía deportiva». Existe, lo sabemos, una referencia en la página web sobre su alcance, descripción que ha permanecido bajo las últimas presidencias, aunque su formulación no fuera objeto de previo acuerdo de la masa social. Resultaría que en el Athletic han de jugar futbolistas vascos de origen o de formación, entendiendo por estos últimos (se suele decir) los llegados «de forma natural» a los siete territorios de Euskal Herria. Pero esto tampoco lo aclara la página web. Se trataría, al final, de los vascos y vascas que juegan al fútbol, punto de conexión que habría de ser coincidente pongamos que con los integrantes potenciales de la Euskal Selekzioa. Y hay que recordar, al respecto, que en otras selecciones no estatales (las británicas, sin ir más lejos) los 'hijos de' juegan por regla general en sus equipos nacionales (por todos, Ewan Urain con Escocia). Por ello, cabe preguntarse: ¿tiene algún sentido que los y las que puedan jugar en la selección vasca no puedan hacerlo en el Athletic?
En todo caso, para aclarar estos parámetros, para ampliarlos o no, por ejemplo en tal sentido de incluir a hijos e hijas de padre o madre vascos, contamos ya con las herramientas previstas en los Estatutos y desarrolladas en el recién aprobado Reglamento de referéndums y consultas. Como ya expusimos con motivo de la última asamblea del Athletic, quizás haya llegado el momento. El tiempo de abrir un proceso reflexivo, sin prisa pero sin pausa, con paz social y sin turbulencias, para que, por primera vez en 125 años, seamos socios y socias quienes lo decidamos. ¿Hay cuestión de mayor relevancia en nuestro Athletic?
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión