AFP
Análisis

Los límites del currículum

El Girona ha plantado cara esta temporada al bipartidismo de la Liga y sueña con la Champions

Lunes, 19 de febrero 2024, 00:33

El Girona es el equipo sorpresa de la temporada y de muchas temporadas. Que un equipo sin raigambre en Primera aspire al título, o al ... menos a entrar en la Champions League, no tiene precedentes en nuestra Liga. Una Liga cerrada a cal y canto al bipartidismo o a contadísimos outsiders, cada vez menos, pues ya el acceso a la máxima competición europea por clubes se viene limitando a un abanico de equipos, todos ellos con historia y solera. Lo del Girona es más llamativo y le pone al alcance un objetivo que seguramente ni ellos esperaban.

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En la antesala del partido del Bernabéu los gironís, con una gran pancarta publicitaria, se hicieron ver en la capital, un sacar pecho quizás algo anticipado y una advertencia, parecía, a lo que su rival prepara para la jet del fútbol. Rezaba el macroanuncio: «cuando el currículum no lo es todo».

Esta semana escuchamos en el Colegio de Abogados de Bizkaia al expresidente de la RFEF Angel María Villar posicionarse en contra de la Superliga de «unos pocos en cada país», como la calificó. En eso estuvo claro y acertado el longevo dirigente, aunque estuviera menos diáfano y convincente en sus argumentos sobre otros temas, que ahora no vienen al caso. La Superliga, vino a decir, está pensada para asegurar las lentejas (o el caviar) a «catorce» y para abrir la puerta a los demás sólo con la generosidad que al que la controla le interese, pretendiendo además (señaló Villar) que sus equipos principales jueguen la competición propia y exclusiva, y que las categorías inferiores, esas sí, sigan en el sistema piramidal oficial. Fuera y dentro, como explicarían mejor Epi y Blas a los que no lo entiendan, algunos de los cuales insisten en que nada sobra y es verdad, pero sin querer darse cuenta de que no siempre es posible soplar y sorber.

Y es que el caso del Girona puede, o podría, ser paradigmático de lo que nos espera si el proyecto aristocrático se abre camino. El CEO de la Superliga, Bernd Reichart, contestaba hace unas semanas que si el equipo catalán ganara la Liga no jugaría la máxima competición del nuevo invento. Que «lo justo» es que, aunque fuera campeón, jugara la tercera división, llamada 'Blue', y no entrara directamente en la primera 'Star', reservada a los dueños del cotarro. Y no sólo eso, sino que sería «lo que les convendría» a clubes como el Girona, que así iba a jugar más partidos y no caería a las primeras de cambio, «consolidándose en Europa». Y se quedó tan ancho. En resumidas cuentas, en la futurible Superliga si los de Montilivi ganaran la Liga doméstica, o consiguieran un puesto de tronío, no entrarían por la puerta grande en Europa, destinada, efectivamente, a los que tienen «currículum». Nos quedaremos con el calificativo de «absoluto ridículo» que dedicó a tal planteamiento el rojiblanco Ander Herrera.

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El CEO de la Superliga dijo que si el equipo catalán ganara la Liga no jugaría ese torneo

No sabemos si al Girona le va a llegar para ser un Leicester (en la Premier), o un Hoffenheim (en la Bundesliga). El título parece casi en el bolsillo del club que sopla y sorbe, pero sí parece más que factible que el Girona entre, por primera vez en su historia, en la Champions, y hoy lo haría todavía como corresponde, con el mismo billete que otro que obtenga igual clasificación. A la espera, por supuesto, de que los que 'velan por sus intereses' no lleven adelante sus planes.

Veremos si en La Catedral los de Michel mantienen el nivel exhibido hasta Chamartín o acusan el golpe. El Athletic tendrá algo que decir, y demostrar, por su parte, si reúne méritos para volver a Europa, con uno u otro pasaje, por el momento de obtención al portador. Aunque, en su caso, por currículum no será.

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