El «derecho básico» a ser consultado
La asamblea aborda la aprobación de cuatro reglamentos de desarrollo de los estatutos, entre ellos el de convocatoria de referéndums, consultas y procesos participativos
Dentro del orden del día de la asamblea ordinaria del Athletic que se celebra hoy en el Euskalduna, además de la gestión, cuentas anuales y ... presupuesto, se presentan a aprobación cuatro reglamentos de desarrollo de los Estatutos sociales del club, entre ellos el reglamento de referéndums, consultas y procesos participativos. Se trata con ello de la apertura de una vía directa para la expresión de la voluntad de la masa social.
Si el Athletic es formalmente un club propiedad de sus socios y socias, hora es ya de que se tenga en cuenta su opinión no sólo a la hora de elegir a sus dirigentes cada cuatro años, o de aprobar anualmente su gestión y cuentas. Era necesario regular los cauces para que se haga efectivo el proclamado «derecho básico» a «ser consultados sobre los asuntos de especial relevancia del club», para lo que los Estatutos, aprobados en mayo de 2022 bajo el mandato de Aitor Elizegi, ya preveían figuras de democracia directa como los referéndums, las consultas no vinculantes y otros procesos participativos. El reglamento que hoy se vota (aunque podría haber aportado mayor claridad en ciertos aspectos) concreta oportunamente el régimen aplicable a estos procesos de expresión directa, y su aprobación por los compromisarios y compromisarias debería suponer el punto de partida, en particular, de un pendiente ejercicio reflexivo de puesta en común de una cuestión nuclear en el Athletic: la determinación y posible actualización de su singular filosofía deportiva.
En los referéndums podrán participar los socios y socias mayores de edad y con un año de antigüedad
Hay que subrayar que estatutariamente se reserva la participación en los referéndums a los miembros de la asamblea plenaria, es decir, a los socios y socias que sean mayores de edad y que tengan un año de antigüedad. La iniciativa de convocatoria es triple: por decisión de la junta directiva en ejercicio, por solicitud de un diez por ciento del total de socios y socias, o mediante aprobación en asamblea de compromisarios y compromisarias por un tercio de su composición. Y corresponderá a los proponentes la fijación del contenido de las preguntas y las opciones de respuesta. Es de destacar que la norma social opta, por un lado, por exigir una participación mínima del 30% de la masa social para que el resultado del referéndum sea vinculante, y por otro, por establecer un plazo de cinco años para que pueda volverse a realizar un referéndum sobre la misma cuestión.
A continuación del referéndum, los Estatutos, y ahora el reglamento, regulan las consultas no vinculantes, previstas para los mismos temas de relevancia, pero en este caso sin vinculación en su resultado, y con una posible limitada participación a determinados colectivos de socios y socias implicados, o extendida a personas vinculadas al club que no han adquirido esa condición.
La eliminación de la filosofía requeriría un cambio estatutario y una exigente mayoría de tres quintos
En relación al deseable pronunciamiento de la masa social sobre los contornos de la filosofía deportiva del equipo, hay que recordar que el artículo 3 de los vigentes Estatutos declara expresamente que «el Athletic Club se guiará para el desarrollo de su actividad por el respeto a su tradicional filosofía deportiva». Quiere ello decir que su eliminación requeriría un cambio estatutario, sometido en esta materia a una exigente mayoría de tres quintos, por lo que la realización de una consulta, vinculante o no, podría acometer la interpretación actualizada de su alcance, pero no conllevaría nunca su supresión sin la previa modificación del citado y esencial precepto.
En todo caso, con la definitiva aprobación hoy de los instrumentos de participación, puede y debe allanarse el camino para que sean los socios y las socias quienes fijen, de una vez, los concretos y entendibles términos de la idiosincrasia competitiva del Athletic. Para que por primera vez en sus 125 años de historia podamos decidir sobre lo que nos es más consustancial.
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