El club más rico del mundo no arranca
La derrota ante el West Ham ha dejado al Newcastle de Eddie Howe lejos de la zona noble de la Premier y con la necesidad de reaccionar cuanto antes
Igor Barcia
Martes, 4 de noviembre 2025, 01:23
El Newcastle es el ejemplo de los nuevos tiempos que corren en la Premier, donde dueños multimillonarios compran tradicionales clubes ingleses con el objetivo de ... conquistar el planeta fútbol. Quién les iba a decir a los Magpies (las urracas) hace unos años, cuando la crisis hundió al equipo en la Championship, que iban a convertirse en el club más rico del mundo. La aparición en 2021 del Fondo de Inversión Pública Saudí llevó a Yasir Al Rumayyan a asumir la presidencia del Newcastle y convertirlo en el club de fútbol más acaudalado del mundo, con un respaldo de 350.000 millones de euros. Como comparativa, Sheikh Mansour, dueño del Manchester City, posee una fortuna de 27.300 millones de euros y Nasser Al-Khelaïfi, en el PSG, ronda los 12.000 millones. El Athletic, desde luego, se va a encontrar una entidad muy diferente en su estructura y economía al que visitó en 1994.
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Los objetivos, está claro, han cambiado con el relevo en la propiedad. Ahora la palabra es ambición, aunque controlada. No se quiere despilfarrar el dinero –entiéndase dentro de los parámetros de derroche que se estilan hoy en día en la Premier–, sino que se busca un proyecto con el que colocar al Newcastle entre los grandes de Europa en los próximos años. Un regreso a aquel pasado glorioso de la segunda mitad de la década de los 90, poco después de que el Athletic se cruzara en el camino de las urracas en la Copa de la UEFA de 1994-95. De la mano de Kevin Keegan, el Newcastle fue segundo en la Premier dos temporadas consecutivas (1995-96 y 1996-97), con jugadores como Andy Cole, que fue vendido al Manchester United en 1995, Keith Gillespie, David Ginola, Faustino Asprilla, Peter Beardsley, Les Ferdinand y Alan Shearer, el gran emblema de las urracas con sus diez temporadas en el club y 206 goles en su haber.
Los días de gloria pasaron y la llegada en 2007 del multimillonario británico Mike Ashley a la propiedad dieron paso a temporadas para el olvido. Los aficionados pensaban que invertiría su fortuna en llevar al club a la zona privilegiada de la Premier, pero en realidad apostó por la mínima inversión y el máximo rendimiento para sus negocios. El resultado, caída a la Championship, muchos intentos para resurgir y una larga espera hasta octubre de 2021. La Premier League dio luz verde a la operación y el Newcastle pasó, de un día para otro, a romper todos los récords en el mundo del fútbol a nivel económico, algo que chocaba con el rendimiento deportivo de un equipo que en esos momentos sumaba 3 puntos en 8 partidos.
Los primeros movimientos arrastraron a Steve Bruce, el entrenador, que fue cesado mientras la nueva dirección buscaba un nuevo técnico, una faceta complicada porque nadie se fiaba de aquella situación. De hecho, el deseado era Unai Emery, pero el técnico guipuzcoano prefirió quedarse en el Villarreal y al final se logró la contratación de Eddie Howe. Esto nos une al Newcastle actual, ya que el técnico británico se mantiene en el cargo y ha dado estabilidad deportiva a la entidad del Tyne, al punto de que en la campaña 2022-23 el club regresó a la zona noble de la Premier al finalizar cuarto. Eso suponía la clasificación para una Champions donde el Newcastle no dio la talla –quedó eliminado en la fase de grupos–, pero la pasada campaña conquistó la Carabao Cup –la Copa de Liga inglesa–, tras ganar al Liverpool en la final. Las urracas ganaban un título 56 años después de aquella Copa de Ferias de 1968-69. Y la quinta plaza en la Premier le devolvió a una Champions en la que el equipo del norte de Inglaterra se está desenvolviendo de momento bastante mejor que en una Premier decepcionante.
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El Athletic se va a encontrar a un equipo que ha ganado dos de sus tres encuentros –Union Saint Gilloise y Benfica, y ha perdido contra el Barcelona– y suma 8 goles a favor. Pero en el torneo doméstico viaja muy lejos de lo esperado, ya que es 13ª con 12 puntos y viene de perder 3-1 contra el West Ham, lo que indignó tando a Eddie Howe como a los aficionados.
La salida de Isak
El Newcastle echa de menos los goles de Alexander Isak, que el pasado curso fue el segundo máximo goleador de la Premier con 23 tantos. Y también acusa un verano muy complicado por el deseo del ex de la Real de ir al Liverpool. La batalla entre ambas partes se saldó con el traspaso del sueco por 150 millones de euros. La respuesta fue fichar por 75 millones a Nick Woltemade, delantero de 22 años del Stuttgart, que conllevó las burlas del mítico Karl-Heinz Rummenigge. «Solo puedo felicitar al Stuttgart por encontrar a un idiota que pagó tanto dinero, porque desde luego no lo habríamos hecho en Múnich».
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El delantero de dos metros ha marcado cuatro goles, pero parecen insuficientes en un equipo llamado a cotas más altas. El centrocampista Bruno Guimaraes sigue siendo el líder de ese 4-3-3 por el que apuesta Howe y donde destacan otros jugadores como Anthony Gordon y Jacob Murphy.
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