El camino a las dos finales: goles in extremis, en la prórroga y tandas de penaltis de un equipo con carácter
El Athletic ha superado a sus últimos ocho rivales en Copa con triunfos apurados que confirman que nunca se rinden ante la adversidad
El camino rojiblanco hacia las dos finales de abril ha demostrado que el Athletic es un equipo con un carácter indomable que le ha llevado a protagonizar enormes ejercicios de supervivencia. Hay una circunstancia que se repite en las últimas ocho eliminatorias jugadas: el equipo de Gaizka Garitano y Marcelino García las ha sacado in extremis, con goles en el último cuarto de hora, en la prórroga o en lanzamientos de penaltis.
El hecho de que los triunfos en el tramo final se sucedan una y otra vez es la demostración de que este equipo rinde mejor en Copa cuando el partido alcanza su máxima temperatura. Mientras a sus rivales les tiemblan las pierdas, las suyas se robustecen.
La leyenda de este Athletic indomable del siglo XXI arrancó en Elche la pasada campaña. Los rojiblancos visitaron a los ilicitanos tras deshacerse plácidamente de dos Tercera, Intercity (0-3) y Sestao (0-4). Los rojiblancos jugaron un pobre partido y se vieron en los penaltis. Cuando habían lanzado tres cada equipo, estaban con algo más de pie y medio en la calle. 3-1 para los locales. Les bastaba con meter uno de sus dos penaltis y que el Athletic fallara uno de esos. Pues bien, los astros se alinearon con los bilbaínos, que pasaron tras marcar sus tres últimos lanzamientos y que los locales fallaran otros tantos. Herrerín fue el hombre clave.
El siguiente ejercicio de superación llegó en Tenerife, con Herrerín expulsado a los cinco minutos. El Athletic estaba contra las cuerdas en la prórroga (3-2) cuando Berchiche marcó en el 118 y llevó el duelo a unos penaltis que convirtieron al debutante Ezkieta en el protagonista.
El Barcelona, en cuartos y en San Mamés, fue el primer rival de la máxima categoría. Otro gol sobre la bocina, de Williams en el 93, del equipo que nunca se rinde. Con el Granada en semifinales, los rojiblancos merecieron mayor renta en la ida, pero no la lograron. La vuelta fue un suplicio, pero emergió de nuevo el salvador Berchiche. La jugada del 2-1 en el 83 fue una demostración de otro aspecto en el que los vascos han superado a sus rivales. Han sido portentos físicos que han llegado mejor a los tramos finales. Ese recordado tanto en Los Cármenes llevó a los rojiblancos a la pendiente final con la Real.
La Copa de esta campaña no sólo ha seguido por los mismos derroteros, sino que los ha amplificado. A los tantos en los últimos instantes se han unido remontadas en todas las eliminatorias.
Todo arrancó en Ibiza, con un 1-0 para empezar y un 1-2 de Nuñez en el minuto 91. El siguiente rival de Segunda B, el Alcoyano, hizo también sufrir. Se puso 1-0 y Williams evitó la prórroga en el 78 con el 1-2.
En cuartos apareció el Betis en el Villamarín. Juanmi colocó el 1-0 en el minuto 84. Parecía el final del camino rojiblanco en el torneo. Pero es mala idea dar por derribado al Athletic. Raúl García empató en el minuto 94 y aquello acabó con unos penaltis que reivindicaron a Unai Simón, que atajó dos.
Lo sucedido ayer en el Ciutat de Valencia está fresco en la mente de todos. Otro gol en la prórroga para seguir adelante. Un tanto que confirma que este Athletic tiene un colosal carácter y un gen competitivo de enorme tamaño.
