El segundo gol de Chukwuemeka rebotó en Gorosabel y nada pudo hacer Simón. Reuters

Borussia Dortmund 4-1 Athletic

El Athletic hace demasiadas concesiones

A los rojiblancos no les llega con su reacción en la segunda parte para evitar la derrota en Dortmund en un partido mediatizado por el once de Valverde y la debilidad atrás

Jueves, 2 de octubre 2025, 00:08

La batalla del Signal Iduna Park, que en cuestión de épica se había planteado como la batalla contra el muro de hielo de 'Juego de ... Tronos' y no fue para tanto, terminó con un Athletic goleado, dolido y, sobre todo, con una pregunta muy correosa en la cabeza. ¿Y si se hubiera jugado con el equipo titular? Porque lo cierto es que los rojiblancos, a raíz de acortar distancias con un gol de Guruzeta a la hora de juego, pusieron en serios apuros al Borussia de Dortmund. Demostraron que podían competir y, de hecho, tuvieron opciones de empatar antes de que un golpe de mala suerte en el minuto 82 -un balón que Guirassy desvió a gol sin querer-, terminara de hundirles.

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Kobel; Sule (Schlotterbeck, m.70), Anton, Bensebaini; Ryerson, Sabitzer, Chukwuemeka (Brandt, m.63), Svensson; Adeyemi (Beier, m.63), Bellingham (Inmecha, m.70) y Guirassy (Fábio Silva, m.87).

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Simón; Gorosabel, Vivián (Laporte, m.46), Paredes, Lekue; Rego, Jauregizar (Galarreta, m.46); Iñaki Williams (Guruzeta, m.46), Unai Gómez (Serrano, m.63), Robert Navarro; y Maroan (Ibon Sánchez, m.80).

  • Goles: 1-0, m.28: Svensson. 2-0, m.50: Chukwuemeka. 2-1, m.61: Guruzeta. 3-1, m.82: Guirassy. 4-1, m.91: Brandt.

  • Árbitro: Simon Marciniak (Polonia). Amonestó a Beier, del Borussia, y a los rojiblancos Paredes y Gorosabel.

  • Incidencias: 81.365 espectadores en el Signal Iduna Park.

El caso es que los leones se fueron de Alemania con una nueva derrota en la Champions, que ya empieza a menguar sus opciones en la competición, y viendo cómo su mala racha se hace más grande. Ellos, al término del partido, quisieron ver el vaso medio lleno y pusieron el acento en su reacción en la segunda parte, que les permitió dar una alegría, aunque luego se frustrara, a los más de cuatro mil hinchas rojiblancos presentes en las gradas del antiguo Westfalenstadion. Hablaron del estreno goleador de Guruzeta; de la oportunidad que se escapó por nada en el minuto 72 tras una buena jugada de Robert Navarro; de la gran ocasión que desperdició el propio exjugador del Mallorca para hacer el 2-2; del infortunio del 3-1, y hasta del paradón que tuvo que hacer Kobel a un gran chut del debutante Ibón Sánchez poco antes del 4-1. Nadie discute estos méritos del Athletic. Pero tampoco pueden discutirse sus deméritos y, desde luego, la forma en que encaró el partido. En concreto, las soberanas concesiones que se hicieron al Borussia, empezando por la alineación y siguiendo por varios errores defensivos.

La realidad es que el partido quedó mediatizado por una decisión de Valverde que, nada más conocerse, obligó a discutir sobre las fronteras, a veces difusas, entre el riesgo y la temeridad. La del técnico rojiblanco pareció claramente lo segundo y lo cierto es que no cayó nada bien entre su hinchada. Sumando las ausencias de Nico Williams y Berenguer, el Athletic salió a jugarle al Borussia de Dortmund en su campo casi inexpugnable sin siete titulares: los dos ya citados, más Areso, Laporte, Berchiche, Ruiz de Galarreta y Sancet. En su lugar entraron Gorosabel, Paredes, Lekue, Rego, que debutaba como titular, y Unai Gómez. Y junto a ellos, Robert Navarro y Maroan, que no aparecía en el once desde la segunda jornada de Liga. Valverde, en fin, se decidió por un centrifugado completo, una apuesta radical, la de alinear un equipo B de suplentes y meritorios, que no hizo la pasada temporada, cuando sus rotaciones fueron mucho más contenidas y calculadas.

Dato

El Athletic afrontó la batalla del Signal Iduna Park sin siete titulares habituales

No era fácil tener esperanzas con semejante alineación. Más bien al contrario. De ahí que el arranque del choque fuera visto con una cierta satisfacción. En el campo pasaban muy pocas cosas y eso era una gran noticia para el Athletic, que jugaba bien ordenado y con la intensidad a la que estaba obligado si no quería acabar hecho añicos. Bastante espeso, como midiendo su esfuerzos, el Borussia no llegaba a inquietar la portería de Unai Simón. El primer disparo de los alemanes, de hecho, no llegó hasta el minuto 20, un derechazo de Sabitzer que despejó bien el portero de Murgia. La verdad es que el partido no era nada del otro mundo, pero esto, en sí mismo, ya podía considerarse un mérito del equipo de Valverde por mucho que no fuera capaz de dar dos pases seguidos.

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Debilidad

Los pupilos de Kovac, sin embargo, habían encontrado un camino que les gustó y en cuya exploración se iban concentrar con determinación germánica: la banda izquierda del Athletic, compuesta por Lekue y Robert Navarro. Ryerson y Svensson empezaron a crear peligro por ella aprovechando, sobre todo, la debilidad defensiva de Navarro. En una de estas incursiones, en el minuto 28, Adeyemi se fue del exjugador del Mallorca y su pase lo acabó embocando Svensson. La impresión tras el gol fue general: al Borussia le había bastado muy poco para ponerse por delante. Sencillamente, se había limitado a aprovecharse de las debilidades de un Athletic dedicado a correr, pero no a jugar.

Decisión

Valverde prescindió de Iñaki Williams, Jauregizar y Vivián tras el descanso pensando en el Mallorca

En el descanso, Valverde dejó en la caseta a Iñaki Williams, Vivián y Jauregizar. Quedó claro que los reservaba para el sábado ante el Mallorca, aunque al primero de ellos, de nuevo inoperante, podía haberle sustituido sólo por su mal rendimiento. Se incorporaron al campo Laporte, Galarreta y Guruzeta, no así Sancet, al parecer un poco tocado. El caso es que, aunque encajó el 2-0 en el minuto 50 en un remate de Chukwuemeke que rozó en Gorosabel y se envenenó, el Athletic se sintió mejor. Le había cambiado un poco la cara. Y no sólo con la batuta de Galaxy sino con la aparición de Guruzeta como segundo delantero centro junto a Maroan. Buscando pases a sus referencias arriba y con Robert Navarro muy chisposo por la izquierda, los rojiblancos consiguieron que el Borussia se sintiera incómodo.

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Jugada

El gol de Guruzeta, tras aprovechar dos rebotes de la defensa, cambió por completo el partido

En la grada, la hinchada bilbaína celebraba la nueva versión de su equipo. Y cuando hizo el 2-1 tras un doble rebote afortunado que aprovechó Guruzeta, la ilusión se disparó. Lo que parecía imposible, de repente se antojó una posibilidad razonable. Y lo era. El problema es que el Athletic tenía que hacer unos deberes que le están costando demasiado. El primero, marcar al menos gol. Y el segundo, no encajar otro. No consiguió ninguno de los dos mientras que el Borussia, en cambio, mostró la pegada de los grandes y acabó goleando.

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