Bizkaia da una lección de civismo en una movilización histórica
La gabarra impulsó al metro y la Intermodal a romper sus techos de usuarios mientras apenas se registraron incidentes de importancia
Imaginar un evento con la capacidad de movilización que mostró el jueves la celebración del título de Copa se antoja prácticamente imposible. Ni los macrofestivales ... de música, ni la salida del Tour de Francia, ni la Aste Nagusia aspiran a concentrar tal gentío. Ni siquiera parece fácil encontrar en el plano internacional un acto que agite tanto a las masas como lo hizo la gabarra al surcar el Nervión.
33.600 personas
pasaron por la estación Intermodal, que contabilizó 1.285 expediciones, lo que supone un récord desde la inauguración de la terminal
34 toneladas
de basura recogió el servicio de limpieza de Bilbao, una cantidad que multiplica por siete la que se retira habitualmente el día de Santo Tomás
46% aumentó el uso del metro
en comparación con una jornada habitual y en total se contabilizaron 512.046 viajeros, un récord histórico
La jornada, esperada cada vez con más fervor desde hace 40 años, prometía ser histórica. Y así fue. Nadie quiso perderse el evento que ha imaginado una y otra vez o que ha soñado con volver a vivir durante décadas. Las estimaciones oficiales calculan que alrededor de un millón de personas se agolparon a ambos márgenes de la ría. Una movilización sin precedentes, que discurrió plena de civismo.
La cifra es desmesurada. Athleticzales de todo el mundo se lanzaron al entorno del Nervión como si de la segunda etapa de la peregrinación a Sevilla se tratara. Mientras la capital vizcaína aglutinó la mayor masa de gente, según datos proporcionados por los propios ayuntamientos, Portugalete congregó a 60.000 hinchas y Getxo y Barakaldo a 30.000 cada uno. El Gran Bilbao llevaba cuatro décadas sin vivir una movilización similar, lo que supuso que se alcanzaran varios récords.
El dato más significativo, y probablemente el que mejor ilustre la locura que vivió Bizkaia, es la cantidad de usuarios que se subieron al metro, que el jueves prestaba un servicio especial con trenes cada tres minutos. En total, se contabilizaron 512.046 viajeros, un 46% más que en una jornada laborable normal. Esta cantidad supera con creces el anterior récord, fijado en Santo Tomás (21 de diciembre) de 2018, cuando el suburbano movió a 485.000 usuarios. La avalancha humana que se amontonó obligó a cerrar temporalmente algunas estaciones, sobre todo en el centro de Bilbao, aunque también en la Margen Derecha.
Eco mediático
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El territorio muestra su mejor cara La gabarra impulsó a que Bizkaia mostrara al mundo su mejor cara: la CNN estadounidense llevó el evento a su portada, las conexiones con Bilbao de los medios nacionales fueron habituales durante toda la jornada y ETB lideró la tarde con un 40% de cuota de pantalla y 678.000 espectadores únicos
La jornada también fue intensa para los trabajadores de Bizkaibus, que movieron a 123.119 pasajeros. Se trata de un 33% de viajeros más que durante un jueves normal. Sin embargo, desde el departamento de Transportes especifican que el efecto de la gabarra fue incluso mayor de lo que pueda parecer en ese porcentaje, ya que hubo un descenso generalizado del uso de algunas líneas como las que dan acceso a la UPV y otras tuvieron que cambiar su recorrido al ver afectado su trayecto por la acumulación de personas.
Si los datos del uso del transporte público muestran en qué medida la gabarra revolucionó el territorio, los números que registró la Intermodal dejan claro que la pasión por el Athletic trasciende de Bizkaia. Un total de 33.600 personas pasaron por la estación, un récord desde la inauguración de la nueva terminal. Se contabilizaron 1.285 expediciones, lo que implica que en las horas punta salieran o llegaran entre 80 y 90 autobuses.
La jornada obligó a que algunas operadoras tuvieran que reforzar sus servicios. Es el caso de las líneas a Vitoria, en las que se realizaron 25 viajes más de los habituales. La situación fue similar en aquellos traslados hacia Logroño y Pamplona, que aumentaron en 15 autobuses. Incluso, según datos aportados por la Intermodal, hubo que reforzar a última hora del día la línea hacia San Sebastián.
Los cientos de miles de athleticzales que llegaron al entorno de la ría no se limitaron a ver la gabarra y marchar. La mayoría pasaron varias horas esperando la comitiva y muchos alargaron la fiesta por la noche. Esta situación derivó en que, inevitablemente, se generaran grandes cantidades de basura. Solo en Bilbao los servicios de limpieza recogieron 34 toneladas de residuos, de los que 500 kilos fueron sacados de las riberas de la ría.
El dato cobra aún más trascendencia si se compara con la basura generada en otros grandes eventos. En Santo Tomás, por ejemplo, se recogen cinco toneladas. Siete veces menos que las que generó la llegada de la gabarra. Esta situación derivó en que el Ayuntamiento tuviera que activar un dispositivo especial de limpieza con 200 operarios en el turno de mañana, ochenta más de los que trabajan durante la Aste Nagusia.
Las estimaciones oficiales calculan que alrededor de un millón de persona se agolparon a ambos márgenes de la ría
Solo dos detenidos
A diferencia de lo que podría suponerse ante eventos que habitúan a mover masas humanas, apenas se registraron incidentes. La Policía Municipal de Bilbao solo detuvo a dos personas -por robo y por hurto-, una cantidad que contrasta con las decenas de arrestos diarios de la Aste Nagusia. El alcalde de la capital vizcaína, Juan Mari Aburto, agradeció a los bilbaínos su comportamiento en una jornada que calificó como «magnífica» y «emotiva».
La realidad es que Bizkaia mostró al mundo su mejor cara. Cientos de corresponsales extranjeros cubrieron un evento que hasta la CNN estadounidense llevó a su portada. Las conexiones con Bilbao de los principales medios nacionales fueron habituales durante toda la jornada. Y hasta 678.000 espectadores únicos conectaron en algún momento con la retransmisión de la gabarra por ETB, que lideró la tarde con un 40% de cuota de pantalla.
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